Caótico final en Australia: Alonso logra otro podio con susto y Sainz acaba viviendo una pesadilla

Alonso baña en champagne a Hamilton para celebrar su podio en Australia.
Alonso baña en champagne a Hamilton para celebrar su podio en Australia.
LAPRESSE
Alonso baña en champagne a Hamilton para celebrar su podio en Australia.

Final caótico en el Gran Premio de Australia: tres banderas rojas y hasta ocho abandonos. Pasó de todo en Albert Park... menos la ansiada victoria 33 de Fernando Alonso. El bicampeón terminó tercero, recuperando un podio que sabe a gloria tras verse fuera en la tercera resalida de la carrera, cuando Carlos Sainz le tocó y le hizo trompear e irse fuera.

El madrileño vivió un final de carrera de pesadilla tras su gran actuación durante las 57 vueltas anteriores al recibir una dura penalización de cinco segundos por provocar el accidente con su compatriota, al que Dirección de Carrera le devolvió el tercer cajón porque el brutal accidente de los Alpine impidió que se completase una vuelta.

Para el asturiano fue pasar del todo a nada en segundos: se vio atando el segundo lugar intentando adelantar a Hamilton y justo después sobre el arcén de hierba. El incidente entre españoles podría haber dejado a los dos sin celebración, pero quedó en un susto -al menos para el piloto de Aston Martin- porque el AMR23 no terminó dañado y pudo ver la bandera de cuadros por detrás del Safety Car.

Antes de que se desatase la locura en Albert Park, el bicampeón del mundo completó una magnífica carrera en la que volvió a ser el más listo de la clase, evitando cambiar las gomas en el primer Safety Car, provocado por la salida de Leclerc en la primera vuelta, lo que le dejó tercero cuando los comisarios mostraron la primera bandera roja con la salida de Albon y su brusco choque contra la barrera.

Alonso fue conservador cuando tuvo que serlo y agresivo cuando tocó. Así evitó que Sainz se acercase en pista y llevó a Hamilton a apretar y desgastar neumáticos. Su ritmo de carrera en los compases finales y el estado de sus neumáticos eran mejores que los del heptacampeón, por lo que queda la duda de si podría haber superado al inglés en pista si hubiese habido un final normal.

Curiosamente, Fernando casi terminó agradecido con su exescudería, Alpine, pues la excesiva agresividad de Gasly y Ocon entre sí perjudicó al equipo francés y benefició a su antiguo piloto.

La victoria se la llevó Max Verstappen, que tampoco se libró de la polémica. El neerlandés, de nuevo intratable y líder prácticamente de principio a fin a pesar de ceder el primer puesto a Russell en el inicio, se colocó mal en la última resalida y se especuló con la posibilidad de una sanción, pero ni siquiera hubo investigación.

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GP de Australia de F1, en directo: última hora de Alonso y Sainz en la carrera en Melbourne
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