Rafa Nadal no pasa por su mejor momento. Comenzó la temporada con ganas de recuperar el número 1, pero los problemas físicos volvieron para truncar sus esperanzas. En la segunda ronda del Open de Australia, el manacorí se lesionó una vez más y tuvo que abandonar para alejarse de las pistas durante un tiempo.

Aunque al principio parecía que era un problema muscular, las pruebas médicas terminaron confirmando que Nadal acabó con una lesión de grado 2 del psoas Iliaco de la pierna izquierda, por lo que se vio obligado a guardar "reposo deportivo" y tratarse con "fisioterapia anti inflamatoria".

Desde hace algunos años, cada lesión que sufre Rafa es sinónimo de dudas y rumores sobre su continuidad en el mundo del tenis. Incluso él mismo cada vez más deja caer que no está conforme con su situación y que se siente "cansado y frustrado por estar en procesos de recuperación de lesiones en gran parte" de su carrera, lo que le ha llevado a estar "mentalmente destrozado".

Desde que notase ese dolor "en la cadera", el tenista se ha perdido importantes torneos que le podrían haber impulsado en esta temporada para alcanzar su objetivo de regresar a lo más alto de la clasificación. 

A pesar de todos sus esfuerzos y de sus entrenamientos que dejaban caer que podría volver muy pronto, Rafa ha tenido que sacrificar su participación en competiciones de la talla del ATP 500 de Dubái, Indian Wells, los Masters 1000 de Miami o Monte Carlo, o el inminente Conde de Godó, tal y como ha comunicado este viernes. 

Todas estas ausencias inundan de dudas a sus fans sobre cuál será el futuro del deportista y cuestiona si será capaz de volver a ganar un gran torneo antes de retirarse. Sin embargo, hay un motivo principal para pensar que podría levantar una vez más la conocida como Copa de los Mosqueteros en el próximo Roland Garros.

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En la temporada pasada, Rafa Nadal vivió una situación muy similar a la actual. Comenzó el 2022 ganando el Open de Australia, a pesar de que llegaba tras diez días aislado por COVID, pero después comenzó su calvario.

En esa final que terminó ganando se rompió el costado, además de que su lesión crónica en el pie izquierdo comenzó a empeorar. Sendas lesiones le obligaron a no participar en muchos de los torneos de la temporada, como este año, pero solucionó su año con su éxito en Roland Garros.

A las pistas francesas llegó con la misma expectación que siempre genera en la gente, pero a sabiendas de que podría acabar su aventura en cualquier momento por el historial de ausencias que acumulaba. Sin embargo, sorprendió a todos con un espectacular torneo que le llevó a conseguir su Roland Garros número 14 en la final ante Casper Ruud.

Atendiendo a estas similitudes, es posible que vuelva a maravillar a todos con su garra dentro de la pista y deje atrás una vez más esos problemas, tal y como ha valorado la extenista Justine Henin en Eurosports, que ha asegurado que puede darse ya que el año pasado tampoco "creíamos que fuera capaz de volver a este nivel".