Las trágicas muertes del piloto Julio César Castrillo y su copiloto, Francisco Javier Álvarez, este pasado sábado tras sufrir un accidente cuando participaban en el 42º Rally Villa de Tineo han conmocionado al mundo del deporte de motor al completo. Durante la prueba, el Citroën DS3 N5 que manejaba Castrillo perdió el control, y colisionó contra un árbol en el antepenúltimo tramo de la prueba, y ahora se ha hecho público el posible desencadenante del choque.

El vehículo se encontraba en un tramo recto del trazado, aparentemente sencillo para un equipo tan experimentado, pero algo salió mal y descarriló de un momento a otro. Las causas del trágico accidente se siguen investigando para esclarecer qué pudo ocurrir, pero los primeros indicios señalan un infarto del piloto mientras conducía como detonante del impacto.

Según ha adelantado el diario 'La Nueva España', las primeras hipótesis apuntan a la posibilidad de que Julio César Castrillo sufriera un infarto durante el Rally. El copiloto habría tratado de evitar la colisión tirando del freno de mano, pero no habría conseguido evitar el impacto a gran velocidad, falleciendo ambos en el acto y quedando el vehículo completamente destrozado.

El siniestro tuvo lugar en torno a las 16:45 horas en el sexto de los ochos tramos de que constaba la prueba, de 13,08 kilómetros de longitud y que partía de la localidad de Piedrafita, después de que los fallecidos hubiesen concluido el quinto en octava posición. Los dos automovilistas siniestrados eran naturales de Oviedo y llevaban casi dos décadas vinculados a ese deporte en las que habían participado en numerosas pruebas.

Tanto el presidente del Principado, Adrián Barbón, como la Federación de Automovilismo del Principiado y otras figuras del motor español, incluido Fernando Alonso, han trasladado sus condolencias a las familias de los pilotos fallecidos, y han lamentado profundamente otra tragedia más en el mundo de los rallies, una que ya se produjo hace muy poco tiempo en el mismo escenario.

En septiembre de 2021, Asturias ya sufrió una tragedia similar cuando el cántabro Jaime Gil y el vasco Diego Calvo, que disputaban la Copa Marbella en el Rally Villa de Llanes, perdieron la vida tras sufrir un accidente en el descenso del Alto del Fito cuando el Seat Marbella con el que competían se estrelló contra un puente de piedra.