Entrevista

Laura García-Caro: "La prioridad es sentirme bien en el día a día y volver con fuerzas al año olímpico"

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Deportistas y menstruación
Laura García-Caro, con 20Minutos.
JORGE PARIS
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Deportistas y menstruación

Laura García-Caro (Huelva, 1995) se enamoró del atletismo cuando era muy pequeña. No tardó en pasarle lo mismo con la marcha mientras soñaba con ser como las marchadoras españolas que veía por la televisión desde su Lepe natal. Así arrancó una aventura que la llevó a mudarse a Madrid con una beca con apenas 17 años y que alcanzó su punto más alto al representar a España en los Juegos Olímpicos de Tokio. Por el camino ha llegado a la meta en un sinfín de ocasiones, hasta convertirse en la sexta mejor marchadora del mundo en 35km en 2022.

Ahora, mientras estudia su segundo grado universitario, Psicología, atraviesa un momento complicado en su carrera deportiva a causa de unos "síntomas de Covid persistente" que le atormentan desde diciembre. Por ello, ha decidido dar un paso al lado lo que queda de año para recuperarse por completo para París 2024. "La prioridad es sentirme bien en el día a día y volver con fuerzas al año olímpico", explica a 20Minutos.

¿Qué le ha llevado a tomar esta dura decisión?Desde diciembre he estado con síntomas de Covid persistente, con dolores de cabeza y fatiga, que iban fluctuando, pero que no me dejaban entrenar con normalidad. De hecho, hacer ejercicio hacía que mis síntomas empeorasen por la tarde. Cada 'X' días de descanso mejoraba y empezaba a entrenar poco a poco, pero al llegar a cierta intensidad, volvía a recaer. Lo hemos intentado y pensábamos que nos daba tiempo a recuperarnos bien para el Campeonato del Mundo de Budapest pero, tras varias recaídas, la prioridad es sentirme bien en el día a día y volver con fuerzas al año olímpico.

¿Cómo ha enfocado este año?Lo he aprovechado para centrarme más en mis estudios de Psicología, ir a la universidad y pasar más tiempo con familiares y amigos. Tengo la suerte de estar muy bien rodeada, lo que me está facilitando enormemente este proceso.

¿Cómo le ha ayudado el estudio a la hora de sobrellevar la lesión?En este periodo en el que en el que no podía entrenar con normalidad y tenía muchas más horas libres, tener la universidad me aporta muchísimo a otros niveles y a tener un mejor estado de ánimo cuando las cosas no salen como como esperábamos. Me ha ayudado a poner el foco en otras cosas y aprovechar el tiempo. Ir a las clases con calma, estar con compañeros... eso no entra en nuestra rutina porque no es compatible con los entrenamientos. Enfocar mi atención y energía en otra cosa que también me llena me ha ayudado a sobrellevarlo mucho mejor.

Es su segunda carrera tras graduarse en EnfermeríaSiempre he estado vinculada a la universidad, primero con Enfermería y ahora con Psicología. Aunque a veces no es fácil compaginarlo, creo que me ha venido bien tener dos frentes a los que dedicarme. La formación me gusta y lo hago porque me llena. Estos años, mi carrera deportiva ha sido la prioridad, pero siempre he dedicado mis ratos libres al estudio, siempre organizándome bien para poder sacarlo adelante.

¿Se plantea dedicarse a la psicología deportiva?Me gusta la psicología clínica en varios ámbitos, pero es verdad que a la deportiva me gustaría dedicarle un poquito. Ojalá pueda compaginar las dos porque realmente me llenan las dos y no me gustaría dejar ninguna. Nuestra experiencia deportiva y todo lo que estamos viviendo creo que puede ser bastante útil en este campo.

¿Por qué Enfermería y por qué ahora Psicología?Porque me encanta trabajar con personas y porque tiene mucha relación con salud. Esas han sido las claves. La psicología me está fascinando, porque creo que el comportamiento humano es muy interesante y siempre me ha gustado entender qué motivaciones tiene cada uno, qué nos mueve a hacer unas cosas y no otras, y poder ayudar a quienes realmente lo están pasando mal. Me parece que siempre podemos aportar nuestro granito.

Habiendo estudiado Enfermería, ¿cómo vivió la pandemia?No ejercí en esa en esa etapa porque estuvimos pendientes de si iba a haber JJ OO. Me pareció súper duro lo que tuvieron que pasar los sanitarios, porque, una situación nueva que no sabemos cómo afrontar produce muchísimo estrés, más aún cuando está muriendo muchísimas personas y tenían hasta que elegir a quién podían atender y a quien no durante mucho tiempo. Me parece algo durísimo. Parece que esos meses fueron los únicos duros y han estado muchísimo tiempo lidiando con una situación de sobrecarga laboral brutal. Se debería valorar muchísimo más los trabajos de profesiones sanitarias porque, ya no es solo todas las condiciones que tienen, sino la responsabilidad que tienen trabajando con la salud de las personas.

Estuvo en Tokio 2020, ¿cómo lo vivió?Tengo sentimientos contradictorios. Por una parte, nunca olvidaré la experiencia olímpica, es algo que nos marca para siempre. Desde que nos clasificamos es una ilusión muy grande saber que vas a estar ahí, prepararlo, el día que nos llega la ropa del Comité Olímpico, el viaje, el poder conocer a otros deportistas, estar en una villa olímpica... eso es una sensación inolvidable y que llevaré siempre conmigo. Pero, por otra parte, el mal sabor de boca de la competición... tuve muy malas sensaciones, estuve en 'pit-lane' [una sanción de dos minutos] por la técnica y no pude ser competitiva en una prueba tan importante. Es mucho más doloroso que en cualquier otra competición.

¿Qué aprendió de aquello?Por sacar algo de todo lo que me pasó, creo que ese fracaso en los Juegos Olímpicos hizo que en 2022, desde el primer momento, estuviéramos trabajando en la técnica y pude cambiarla casi por completo. Preparamos mucho mejor esa parte, fui mucho más consciente de lo que tenía que trabajar y me hizo sacar una mejor versión de mí misma. Me dio la oportunidad de competir en alto nivel, ser mucho más competitiva y obtener mejores resultados.

¿Influyeron en Tokio las condiciones climáticas?La verdad es que fueron duras y a mí me cuesta un poco adaptarme a la humedad y el calor extremo. Pero bueno, también lo habíamos preparado bastante. No sabría decirte si esa fue una de las causas por las que tampoco tuve un buen resultado o fue un cúmulo de pequeñas cosas. Muchas veces no hay un único factor para que algo no vaya bien, al igual que no hay uno único para cuando va mal.

¿Cómo fue el cambio de técnica?Tenía que olvidar la técnica que había hecho hasta ahora y empezar una nueva para no cometer más esos fallos. La base de la nueva técnica era que fuese más la cadera la que hiciera que yo avanzara, y no tanto las piernas. Queríamos automatizarla completamente, pero no sabíamos cuánto tiempo me iba a llevar, por lo que entrenábamos sin plantearnos muchos objetivos más que el de mejorar y que, a partir de ahí, pudiera ir más rápido. Y conseguí interiorizarla bastante más temprano de lo que esperaba. Tuve muchas competiciones y en ninguna me descalificaron, pude conseguir medallas y estoy bastante orgullosa de ese cambio.

¿Qué espera de París?Me gustaría competir en 20 kilómetros. Después de muchos años a nivel europeo y mundial en puestos de finalista, cuarta, quinta, en París espero estar lo más arriba posible, acercándonos al podio o subirme a él. Me gustaría dar un paso más en un momento deportivo de mi carrera bastante bueno.

Ahora se ve más preparadaMe da más confianza. A ver si superando ya este bache, puedo entrenar bien y, con la técnica más pulida, hacer un buen papel allí.

¿Cómo va la clasificación?Tenemos que hacer la mínima y luego estar entre los tres primeros españoles. Empieza ahora y tenemos hasta mayo del año que viene. Yo tendría que hacer la marca que ya he hecho hasta ahora.

Ha habido un repunte de atletas en los últimos años...Tenemos una tradición de marcha muy potente y eso siempre ha ayudado a que haya técnicos que apuestan por la marcha en concentraciones, cuidando que las categorías menores se puedan mantener. Creo que el que siempre haya habido una tradición de marchadores buenos ha hecho que nosotros tengamos un listón un poco más alto y queramos continuar.

Sus inicios en la marchaEmpecé en atletismo con 8 o 10 años. Con esa edad probamos todas las disciplinas. Hubo un momento en el que plantearon la marcha en un control de Huelva y yo, que siempre me había llamado la atención de ver en la televisión a todas las marchadoras españolas, que siempre habían tenido muy buenos resultados, probé junto a otra compañera de Lepe. Al principio no sabía la técnica y se me dio muy regular, pero, poco a poco la fui entrenando. Al ser una persona muy de fondo, creí que la marcha podría ser una buena prueba para mí. Poco a poco fui progresando hasta que fui a mi primera Copa del Mundo, en juvenil, con 17 años. Y ahí fue cuando me dieron la beca para venirme a Madrid al CAR [Centro de Alto Rendimiento], a la [Residencia] Blume. Y desde los 17 años llevo aquí. Todos estos años han sido cuando más he entrenado a alto nivel con mi entrenador, José Antonio Quintana, que me ha sabido llevar muy muy bien, y con un grupo de entrenamiento en el que todos estamos enfocados en conseguir los mejores resultados.

¿Cómo son esos entrenamientos?Puede ser bastante parecido al que entrena una media maratón, por ejemplo, más fondo. Dividimos los entrenamientos en rodajes largos, series o cambios de ritmo. Otros días hacemos cuestas. El fin de semana tenemos un día de rodaje largo. Es bastante variado, no hacemos solo marcha y ya está. Luego también lo complementamos con trabajo de fuerza y técnica, fuera de toda esa preparación más específica. En pretemporada hacemos algo de trabajo alternativo, como carrera, en montaña también.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento