Aunque el Gran Premio de Azerbaiyán de Fórmula 1 fue más tranquilo que las tres primeras pruebas del Mundial 2023, Fernando Alonso y Aston Martin se las apañaron para volver a brillar con luz propia. Durante todo el recién estrenado fin de semana al sprint aprobado por la FIA, el AMR23 tuvo problemas de todo tipo, especialmente con el DRS, justo cuando parecían destinados a mejorar más que nadie y dar caza a los Red Bull, pero supieron dar lo mejor de sí mismos cuando más importaba.

La carrera fue otra cosa completamente distinta. El rendimiento, ya con todos los problemas aparentemente solucionados, fue incluso mejor de lo esperado, a pesar de no haber alcanzado el podio por primera vez este año. Sin embargo, fue mucho menor la distancia que separó al ovetense del tercer escalón del podio, el que ocupó un Charles Leclerc que no pudo capitalizar la pole y acabó cediendo ante los dos Red Bull.

Cuando Fernando logró sobrepasar con una maniobra excelsa a Carlos Sainz, empezó su persecución con Leclerc. Ambos iban midiéndose en la distancia, porque el momento en que el bicampeón del mundo acechó al de Ferrari, este le respondió aumentando el ritmo también. Aun así, a falta de tres vueltas, el AMR23 volaba, al punto de arrebatarle hasta en dos ocasiones la vuelta rápida a los mismísimos Red Bull (aunque acabase en manos de Russell por sus neumáticos blandos), pero siendo incapaz de alcanzar al piloto nacido en Mónaco.

Aun así, eso no impidió que la velocidad de Alonso impresionase a Leclerc, por la forma en que lo cuenta, y a Max Verstappen por la forma en que reacciona al escuchar la anécdota de carrera de su rival. Mientras 'Checo' Pérez disfrutaba de su merecida victoria, Leclerc y Verstappen charlaron amistosamente sobre el devenir de la prueba, hasta que el monegasco le desveló lo cerca que había estado realmente de meterse en problemas con Alonso.

"¿Y cómo iba la gente por detrás?" le preguntó Verstappen a Leclerc, interesado por saber si había tenido competencia por el podio. "Oh, Fernando estaba llegando a mí hacia el final, creo que acabó a seis décimas" le replicó Leclerc, sorprendido por el ritmo final del AMR23, pero no tanto como el vigente campeón del mundo, que quedó literalmente boquiabierto y siguió inquiriendo al de Ferrari sobre la situación.

"¿Cómo? ¿Acabó cuarto?" volvió a preguntar Verstappen asombrado, a lo que Lecler le respondió: "Sí, sí, cuarto. Iba muy rápido". Una conversación tan llamativa como reveladora: los pilotos llamados a dominar la Fórmula 1 admiran profundamente a una leyenda como Fernando Alonso y desean competir con él mano a mano.

Además, Aston Martin parece haber resuelto los problemas del fin de semana, y haber encontrado un alerón trasero y un DRS mucho más óptimos que, en cuánto se acoplen a la perfección al monoplaza, pueden dar muchas alegrías. No es cómo empieza, es cómo acaba, y Alonso con su AMR23 ya apunta a Miami para pelear la 33. Sus rivales también lo saben.