OPINIÓN

Barcelona: una Liga y un polvorín

El Real Madrid responde a Laporta: "¿Cuál fue el equipo del Régimen?"
El Real Madrid responde a Laporta: "¿Cuál fue el equipo del Régimen?"
Europa Press
El Real Madrid responde a Laporta: "¿Cuál fue el equipo del Régimen?"

Tres puntos para ganar una Liga y, sin embargo, no hay manera de frenar la tormenta en el Barça. No hay club en Europa con más capacidad para generar contenido, para alimentar el escándalo o para incluso eclipsar su propio título. Un minuto después de ganarle a Osasuna y de dejar el campeonato a tiro de piedra, el club azulgrana anunciaba en un comunicado la salida el próximo 30 de junio del primer ejecutivo de la entidad, Mateu Alemany. Se va, por su propia voluntad, con las mejores palabras del mundo, pero se va. Su destino es la Premier, el Aston Villa, club propiedad de un multimillonario egipcio que tras fichar a Unai Emery se ha fiado del criterio del entrenador español para contratar a Alemany.

Aún hay quien se echa las manos a la cabeza: «¿cómo se puede cambiar el Barça por el Aston Villa? ¿cómo se puede cambiar Birmingham por Barcelona?» ¿De verdad hace falta explicarlo? ¿De verdad viendo los últimos acontecimientos es noticia que Mateu se vaya a una estructura seria, saneada y con un margen de crecimiento brutal? Barcelona es una de las mejores ciudades del mundo y el Barça una marca histórica y admirable, pero solo eso no es suficiente. El panorama en las oficinas del club es crudo: hay que vender jugadores, bajar masa salarial, iniciar una obra faraónica, trasladarse a un campo más pequeño e incómodo, decidir qué hacer con Messi, pacificar la situación con la UEFA... entre otras muchas cosas.

A Laporta se le han ido directivos, su primer CEO, ahora Mateu Alemany y se le puede ir Jordi Cruyff en los próximos meses. No debe ser casualidad. No debe ser solo culpa del estado de la entidad. Algo hay en la forma de trabajar del presidente que fulmina el ánimo de sus acompañantes. Su estilo, sus huidas hacia adelante, su incontinencia verbal esos viernes de cenas con las peñas de su querida España. Laporta tiene cosas muy buenas pero la convivencia profesional con él no debe ser sencilla.

El Barça debe celebrar el título y la gent blaugarana tiene que sentirse feliz por lo que han conseguido en Liga. Pero es un ejercicio de responsabilidad, a la vez, darse cuenta de que algo está ocurriendo ahí dentro. De que llegan tiempos difíciles y de que Messi no está claro que sea la solución a todos los males. Sería mejor apuntalar las continuidades de Gavi, Balde, Yamal... decidir en claro sobre Ansu o saber si son transferibles Ferrán o Raphinha, antes de meter una figura tan icónica como Messi en un vestuario en el que sólo debe haber un tipo con mando: Xavi Hernández.

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