La temporada en general del París Saint-Germain está siendo mucho más convulsa de lo que le gustaría al club, con una nueva eliminación prematura en Champions y con muchos problemas para llevarse la Ligue 1 que, de hecho, aún no está decidida. Y, sin embargo, este miércoles ha sido el peor de todos, un día para olvidar, en el que los líos no paran de crecer.

Primero se supo que Lionel Messi dejaría el equipo el próximo verano, después de ser sancionado por el club por hacer un viaje de negocios a destiempo a Arabia Saudí, país que rivaliza con Qatar. Como resultado, los ultras parisinos se concentraron frente a las oficinas del club para protestar; y después, esas protestas se trasladaron a la vivienda de Neymar Jr. en la capital francesa.

Al astro argentino le llovieron las críticas y los insultos en una manifestación multitudinaria en la sede del PSG, donde los ultras reivindicaban la necesidad de un cambio deportivo en el equipo. Un cambio que parece pasar igualmente por la salida de Ney, amigo íntimo de Messi, que también podría estar viviendo sus últimos momentos como jugador parisino.

Frente a la mansión del brasileño, cientos de ultras se agolparon con la intención de amedrentar al futbolista que, de forma unilateral, puede seguir hasta 2026 vinculado con la entidad salvo una rescisión de contrato que sería muy costosa, incluso para el PSG. Por eso, sus aficionados le cantaban repetidamente en la fachada de su casa: "Neymar, Neymar, Neymar, casse-toi!", que podría significar "Lárgate de aquí ya" o incluso "Lesiónate".

Tras esa visita, el futbolista ha dado un picante like a una publicación en Instagram del medio brasileño TNT en la que se podía ver a Neymar y Messi con la camiseta del Barça. "Todos los fans habéis pensado lo mismo... Eran muy felices en aquella época", añadían. 

Ese 'me gusta' también acompañado de un mensaje en sus redes sociales que parece estar muy relacionado con la situación: "No dejes que la gente te ponga en su tormenta, ponlos en tu paz".

Después de estos incidentes no parece que los ultras vayan a relajarse en los próximos días. El PSG está en una situación algo delicada en la Ligue 1, con muchos problemas para cerrar el campeonato y con derrotas abultadas en el Parque de los Príncipes, y cualquier movimiento en falso de Messi o Neymar aviva su conflicto con un sector de la afición parisina caracterizado por lo radical de sus métodos y por lo violento de algunos de sus miembros.