Así es el 'exclusivo' Gran Premio de Miami: las entradas más caras, un festival de música, una playa artificial, desfile de 'celebrities'...
El Gran Premio de Miami se celebra este fin de semana por segunda vez en la historia después de debutar el año pasado, será la quinta cita del calendario del Mundial de Fórmula 1 2023, y promete ser un espectáculo absoluto tanto dentro como fuera de la pista. Muchas particularidades y curiosidades las de un trazado diseñado para correr... y para atraer todas las miradas de Estados Unidos y del mundo al 'Gran Circo'.
Es sin lugar a dudas un Gran Premio diseñado para reunir a celebridades de todos los campos de la sociedad estadounidense, para añadir un extra de glamour y exclusividad a la competición que eleve aún más el interés casual y mainstream en el producto de la Fórmula 1. El año pasado, en su estreno, se dejaron ver por el circuito grandes deportistas como Michael Jordan, LeBron James, las hermanas Williams, David Beckham o Tom Brady, aunque ni siquiera fueron los más destacados.
De hecho, los focos se los llevaron personalidades musicales como Bad Bunny, Rauw Alejandro, Maluma, Sebastián Yatra, Bizarrap, Myke Towers, Will.I.Am, Pharrell Williams o DJ Khaled, además de otros asistentes de lujo como el ex presidente estadounidense Barack Obama junto a su mujer Michelle, Paris Hilton, Michelle Obama, George Lucas, Mila Kunis, Ashton Kutcher, Michael Douglas, Juan Martín del Potro o Luis Fonsi.
Y, por ese atractivo añadido, es el segundo Gran Premio de todo el calendario donde más caras son las entradas, después curiosamente de otra fecha estadounidense que debutará este año, la de Las Vegas. Un ticket normal de acceso general al recinto ronda los 600 dólares, y uno para las gradas de la recta principal y la curva 1 pueden llegar a oscilar entre los 1.500 y los 1.800.
El Gran Premio, situado en el Autódromo Internacional de Miami en Miami Gardens (antiguo circuito del Hard Rock Stadium), ofrece también el paquete de ‘hospitality’ para VIPs por una cifra que asciende a 4.535 dólares. Y el paquete Diamond alojados en el resort St. Regis Bal Harbour, la tarifa son 104.000 dólares. Cenar en el restaurante temporal del circuito, Carbone, cuesta 3.043 dólares por persona o 28.644 dólares por mesa.
Precios desorbitados para según qué bolsillos, que dan acceso a un complejo que es mucho más que una pista de carreras. Para empezar, cuenta con el prestigioso Hard Rock Stadium en sus aledaños, lugar donde juegan como locales los Dolphins de la NFL y escenario del Máster 1000 de tenis. Y allí es donde se ha trasladado este año todo el paddock con los 'hospitalities' de cada uno de los equipos. Se podrán visitar todas las instalaciones, e incluso seguir la carrera desde el estadio en pantallas gigantes.
Además, el circuito goza también de otros elementos pensados para crear una experiencia lo más parecida a Mónaco, el pináculo de lo exclusivo en términos de F1. Entre las curvas 8 y 9, aparece una zona exclusiva para yates, pero con una playa artificial que el año pasado generó mucha polémica por su agua falsa. El lugar es el Hard Rock Beach Club, una parte del circuito donde se podrá ver de nuevo el Gran Premio al más puro estilo monegasco, desde una embarcación, pero esta vez con agua real en lugar de pintura.
Lo que persiguen Liberty Media y la FIA es crear una experiencia lo más completa posible para los aficionados. Por eso, durante la carrera, habrá zonas de entretenimiento, espacios gastronómicos y otros espacios para seguir los resultados del fin de semana. Además del 'Yatch Club', habrá zonas habilitadas para los fans, exposiciones con los equipos de la parrilla y hasta un festival durante el fin de semana con artistas de la talla de DJ Tiesto o Maluma.
De hecho, incluso los equipos presentarán novedades exclusivas para Miami, y no precisamente de rendimiento en sus monoplazas. Red Bull ha cambiado el livery del RB19 con motivo del Gran Premio y correrá con otros colores, igual que Haas ha cambiado el color de sus monos, Ferrari presentará nueva ropa oficial y merchandising, y la amplia mayoría de los pilotos han presentado un casco exclusivo. Casi tanto como el Gran Premio de Miami, donde a pesar de todo, lo más importante seguirá siendo la velocidad.