Una histórica rivalidad nació un 16 de septiembre de 2009, el día que José Mourinho y Pep Guardiola se enfrentaron por primera vez. El primero comandaba al Inter de Milan; el segundo, a un Barça legendario. No eran desconocidos por aquel entonces, pues el portugués había trabajado como ayudante de Bobby Robson y Louis Van Gaal en la disciplina culé mientras el actual entrenador del Manchester City era aún jugador.
Ese día se midieron en la fase de grupos de la Champions League en un encuentro que acabó con empate a cero en el Giuseppe Meazza. La vuelta en el Camp Nou caería del lado del conjunto blaugrana. Sin embargo, ese no sería el duelo decisivo que terminaría por enfrentarlos, sino las semifinales de aquella edición de la Copa de Europa, cuya final se disputaba en el Santiago Bernabéu.
Aquella eliminatoria terminó con el billete a Madrid en manos de Mourinho, que tumbó al vigente campeón (3-1) en Milán, y solo concedió un gol (1-0) en Barcelona para sellar el pase de su equipo y frenar el ascenso de Pep. Un mes después, el Inter jugaría y ganaría la final ante el Bayern —la tercera final europea del técnico portugués de las cinco que ha disputado y ganado hasta ahora—. Y cuando se cumplía una semana de los nerazzurri como campeones de Europa, se hizo oficial el fichaje de Mourinho por el Real Madrid, lo que encarnizó aún más la rivalidad entre madridistas y culés y su guerra particular con Guardiola.
Mucho ha llovido desde entonces. Ahora, el luso lidera a una prometedora Roma, y el catalán, a un Manchester City confeccionado específicamente para ganar la Orejona. Los dos disputarán esta temporada una nueva final europea, —Europa League y Champions, respectivamente —, a la que han llegado apostando por proyectos con bases muy distintas.
El once millonario de Guardiola
El conjunto citizen tuvo que derrotar al Real Madrid, al que endosó una goleada (4-0), para plantarse en la final de Champions, donde se medirá al Inter. Lo hizo con un once plagado de estrellas que Pep ha conseguido que juegue como los ángeles y que cuesta 700 millones de euros, según los valores de Transfermakt. A esos 11 futbolistas, hay que sumar los 190 millones en los que están valorados los tres suplentes que saltaron al terreno de juego.
Esa alineación titular estuvo compuesta por Ederson (45 millones); Kyle Walker (15), Stones 20), Rubén Días (75), Akanji (30); Rodri (80), De Bruyne (80), Gündogan (25); Bernardo Silva (80), Haaland (170) y Grealish (70). Desde el banquillo salieron Phil Foden (110), Riyad Mahrez (30) y Julián Álvarez (50). La plantilla al completo del club mancuniano vale más de mil millones de euros, la más cara del mundo.
La 'modesta' apuesta de Mourinho
Los recientes éxitos europeos de Mourinho pasan por una Roma más 'modesta'. El conjunto romano, poderoso al contraataque gracias al sello Mourinho, ganó al Leverkusen en su visita a Alemania y empató a cero en el Estadio Olímpico para citarse con el Sevilla en Budapest. Su once tiene un valor de mercado de 194 millones, más 65 en los que están valorados los suplentes de la eliminatoria.
Esa alineación titular estuvo compuesta por Rui Patricio (5); Ibáñez (30), Cristante (20), Mancini (18); Spinazzola (15), Pellegrini (35), Matic (4), Bove (3), Çelik (10); Abraham (45) y Belotti (9). Los cambios que introdujo el luso fueron Smalling (8), Wijnaldum (12) y Zalewski (15), además de Paulo Dybala (15), que arrastra problemas físicos y es la gran apuesta de The Special One, en la ida de las semifinales. En total, la plantilla del cuadro italiano vale 317 millones de euros y ocupa el trigésimo cuarto puesto de los equipos más valiosos.
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