Los fantasmas de Lisboa y Milán noquean al Real Madrid: el Atlético se 'venga' en la Copa de la Reina

El trofeo de la Copa de la Reina terminó engalanado con los colores del Atlético de Madrid tras una remontada bestial ante el Real Madrid en la final del torneo del KO en Butarque. Fue el premio a haber hecho honor al lema que tanto representa a los colchoneros —nunca dejes de creer— y la venganza por lo que pasó en Lisboa y Milán hace unos años.

Los papeles se invirtieron en Leganés. Esta vez era el equipo de Alberto Toril el que acariciaba el primer título de su historia con la yema de los dedos, con dos goles de ventaja como argumento, y el de Manolo Cano, el que tenía que invertir el marcador con el tiempo jugando en su contra.

La primera venganza

La experiencia decantó la balanza del lado rojiblanco, que disputaba en la capital su quinta final copera con una Copa de la Reina brillando ya en su palmarés y más de dos décadas de historia a sus espaldas. Mientras, su eterno rival saltó al césped para jugar su primera final en sus apenas tres años de vida.

Ese tesón y empuje que solo se consigue a base de vivencias provocó que el Atleti fuese con todo a por el título, dominando el juego y las ocasiones, y que el Madrid se metiese atrás en un intento de aguantar el resultado en los últimos compases del duelo. Justo al revés que en 2014.

Ahí empezó el conjunto blanco a soltar el trofeo, intentando saber sufrir para ganar. Las madridistas terminaron de llenarse de dudas tras una jugada letal que Estefanía Banini se inventó por la izquierda. Zafándose de dos rivales, la centrocampista pisó área, avanzó hasta la línea de fondo y puso el 'pase de la muerte' para que Lucía Moral recortase distancias. Era el minuto 88 y aún quedaba un mundo por delante que se hizo aún más inmenso cuando la árbitra añadió seis minutos.

El equipo colchonero olió sangre y siguió apretando en el tiempo extra. Su perseverancia tuvo premio a falta de sesenta segundos de escuchar el pitido final, con una falta a escasos metros del balcón del área. Era todo o nada. Y otra vez Banini se vistió de heroína y la clavó en la escuadra, muy lejos del alcance de Misa, para forzar la prórroga. 

Segunda revancha

No volvió a moverse el luminoso en los 30 minutos que se jugaron de más y el choque fue a los penaltis. Ahí el Atleti también se cobró la revancha de la segunda final de Champions perdida ante el Real Madrid en Milán (2016), que se decidió desde los once metros.

Lola Gallardo se hizo gigante bajo los palos, alentada por los gritos de su hinchada justo detrás, y detuvo el lanzamiento de Olga, primero, y el de Tere Abelleira después. Misa solo pudo parar el de Banini —rozó el de Irene Guerrero, que entró lamiendo el palo— para poner emoción a la tanda, pero no sirvió de nada: Svava lanzó fuera el siguiente disparo y el Atlético celebró su segunda Copa de la Reina.

"Tenemos que ganar en experiencia, saber gestionar las emociones y los resultados", explicó Toril la derrota, mientras Cano definía la victoria como "un partido épico, teniendo fe en lo imposible". "Se ha visto más que nunca el 'nunca dejes de creer', el 'coraje y corazón", subrayó la guardameta colchonera tras revertir la historia en la capital con un triunfo histórico al más puro estilo Real Madrid.