Carlos Alcaraz tumbó este miércoles al japonés Taro Daniel en un complicado duelo de segunda ronda de Roland Garros ((6-1/3-6/6-1/6-2). El murciano, con un tenis racheado, intercaló momentos de dominio absoluto con desconexiones puntuales bien aprovechadas por su rival, pero insuficientes para evitar el pase del español a la siguiente ronda, donde se medirá a Denis Shapovalov.

El murciano regresó a la pista Philippe Chatrier - la pista central de Roland Garros- tras su debut en la Suzanne Lenglen en una tarde algo complicada en París por el viento. No fue un problema para él en el primer set, manga en la que entró como en su partido previo ante Cobolli, con un nivel incontestable de juego.

Alcaraz inauguró el partido con su servicio, rompió el del japonés y se sentó en el primer descanso con un 3-0 en el marcador que definiría la tónica en el primer capítulo del partido. Así siguió en número uno tras la reanudación, esta vez con un estilo de juego centrado en la variación de alturas y en la supremacía de su derecha, y puso la primera piedra hacia la siguiente ronda con un aplastante 6-1 en apenas 31 minutos.

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Parecía que el duelo iba a ser coser y cantar contra el japonés, pero el viento empezó a hacer de las suyas. Llegó el momento de desconexión del gran favorito a hacerse con la Copa de los Mosqueteros y Daniel apretó el acelerador. La revolución del asiático sacó de sus casillas a Alcaraz, que además del desacierto mostrado con la dejada -su golpe estrella- ya desde el primer set, se hundió en la imprecisión buscando constantes ganadores de manera muy precipitada.

Daniel replicó el contundente arranque de su rival, se marchó hasta el 3-0 en el marcador y se limitó a mantener la ventaja para hacerse con la segunda manga. Cara de pocos amigos de Alcaraz, inusual semblante serio de un número uno incapaz de recuperar su break en un set finiquitado por 3-6.

El descanso sentó a las mil maravillas al pupilo de Juan Carlos Ferrero. La incomodidad quedó atrás, metió hielo para enfriar su precipitación y el partido volvió a sus dominios. Regresaron las derechas ganadoras y también la mejor versión de un saque mejorado torneo a torneo desde el Godó. Los gritos de rabia se sucedían, como los juegos en su casillero en un set de tanto dominio como el primero cerrado a su favor por otro 6-1. 

Parecía imposible que el partido volviera a complicarse para Carlos, pero el japonés formado en España no quería desaprovechar la oportunidad de venderse ante el mejor jugador del planeta. Daniel cedió el primer turno de servicio, aunque remó hasta el 2-1, 'minirremontada' celebrada por todo lo alto ante un público aún sediento de tenis. 

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Pero Alcaraz no estaba para bromas, y un quinto set hubiera sido de las pesadas, así que volvió a activar el 'modo destructor' para firmar cinco juegos seguidos y cerrar su pase a la tercera ronda. En ella espera Denis Shapovalov, jugador canadiense que aún mantiene el sueño de firmar una gran actuación que le catapulte a la primera plana del ránking.