Locura absoluta la vivida este sábado en el circuito Gilles Villeneuve durante la clasificación del Gran Premio de Canadá de Fórmula 1. La lluvia dudó si aparecer o no durante suficiente tiempo como para destrozar los planes y estrategia de muchos equipos, el caos rigió las tres sesiones, y solo Verstappen reinó como la constante inalterable que es. 

Sin importar las condiciones, 'Mad Max' y su RB19 son imparables. Aunque la suerte jugó a su favor, sigue siendo imbatible. Le metió con su Red Bull (1.25.858) más de un segundo a un sorprendente Hulkenberg, que se coló segundo con el Haas, y a un Fernando Alonso que venía para disputar el tiempo del neerlandés en la Q3 cuando Piastri se estrelló y provocó una bandera roja que fue definitiva.

Mucho antes de todo eso, en la Q1, aunque no hubo sorpresas importantes sí se produjo un incidente relevante para las aspiraciones de Carlos Sainz. No estuvo cómodo el madrileño con el tiempo inestable, ni en los libres 3 en los que sufrió un aparatoso accidente, ni en la clasificación, y después de reanudar la sesión tras bandera roja por culpa de Zhou, obstaculizó a Gasly en su vuelta rápida y le dejó sin opciones de pasar a Q2. 

Por lo tanto, es probable que le caigan al menos tres puestos de sanción en parrilla, y habiendo clasificado octavo, saldrá en medio de todo el tráfico. Aún así, no fue el peor parado de los Ferrari en la sesión clasificatoria en Montreal, porque Leclerc fue víctima de una Q2 completamente impredecible (undécimo) y cayó junto a Pérez, que acumula tres carreras consecutivas con un Red Bull sin pasar a Q3, y Stroll, que decepcionó con el AMR23 corriendo en casa.

El problema fue que la lluvia desapareció nada más empezar la Q2, cuando muchos marcaban aún tiempos con neumáticos intermedios, mientras la pista mejoraba a pasos agigantados. Entonces, mientras Alonso finalizaba una vuelta que le bastó, Albon decidió salir con su Williams con neumáticos blandos, y cundió el pánico.

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La FIA permitió de repente el DRS, señal inequívoca de que la pista estaba más seca que mojada. Pero ya era tarde, porque el tiempazo de Albon llegó ya en su tercera vuelta, con las ruedas a temperatura óptima, y sólo le pudo seguir Verstappen. Ni Leclerc, ni Pérez, ni Stroll ni nadie más mejoró porque llegaron tarde a la ventana de oportunidad que vio primero Williams. En cambio, los más conservadores como Alonso leyeron mejor la situación y cerraron una buena vuelta con intermedios.

Así, en la Q3 ya hubo poca historia que contar, aunque el asalto inicial y definitivo fue intenso y se decidió por cuestión de segundos, literal y figuradamente. Verstappen pulverizó el crono una vez más, y mientras Hulkenberg cruzaba la meta para ser segundo, Alonso se quedaba a instantes de cerrar vuelta y pelearle la pole a Verstappen. Ahí apareció Piastri con su McLaren, contra el muro, y se acabó el espectáculo. Si mañana no llueve, o si llueve, con las mejoras... ¿Quién sabe?

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