Golpe de realidad y jarro de agua fría para todos los aspirantes a desafiar a Verstappen, que volvió a brillar con luz propia en el GPde Austria y se llevó la sprint, la vuelta rápida y, cómo no, la carrera. Fiesta absoluta de Red Bull en casa, con Checo subido al podio tras partir decimoquinto en una carrera frustrada para Sainz por su propio equipo y con sorpresa de Aston Martin en los despachos con una acertada reclamación a posteriori.

Salvando al mexicano, los Ferrari salvaron los muebles y conservaron posiciones, pues salían Charles Leclerc segundo, como acabó, y Carlos Sainz tercero, aunque llegó cuarto (en carrera, antes de la revisión de tiempos solicitada por Aston Martin). Las mejoras funcionaron en el SF-23, pero nunca como plantear batalla a los Red Bull, a pesar de los múltiples encontronazos que tuvieron en pista. Por detrás, el McLaren de Norris también reaccionó positivamente a las mejoras para ser quinto.

Fernando Alonso no pudo pasar del sexto puesto (en carrera), a pesar de estar cerca de instancias mayores en momentos puntuales de la carrera, pero el AMR-23, así como el W-14 de Hamilton y Russell que llegaron por detrás del asturiano, parecían estancados en un ritmo un escalón inferior al de los bólidos rojos

A pesar de lo predecible del resultado, al menos hubo espectáculo. En la salida, Leclerc y Sainz atosigaron a Verstappen hasta que salió el coche de seguridad sin haber completado el primer giro. En la relanzada, lo intentaron de nuevo, pero el problema se lo generaron entre ellos. Leclerc se iba distanciando del neerlandés, y Sainz iba pegado a su ala trasera. Tanto, que tuvo que pedir por radio permiso para atacar, pero le fue denegado.

Tenía más ritmo el madrileño, pero las órdenes de equipo son sagradas, y más con ambos coches en el podio. Entonces llegó un virtual safety car, y los dos Ferrari aprovecharon para parar, como casi toda la parrilla, y también perjudicaron a Sainz en boxes. Llegaron tan pegados, que el piloto español tuvo que hacer cola detrás de su compañero, que para colmo de males realizó una parada horrible, como la de Carlos justo después.

La guinda del pastel fue la sanción de cinco segundos que recibió Sainz por saltarse los límites de pista. Y como él, Tsunoda, Ocon, Albon y Hamilton, que se vio rebasado por Alonso gracias a esa penalización. Aun así no le pesó en exceso, porque mantuvo a Norris a raya, y ofreció una batalla preciosa durante vueltas con Pérez por el tercer cajón del podio.

Por delante, Leclerc peleó con Verstappen y lideró la carrera apenas unos giros, en los intervalos entre paradas en los que Red Bull no estuvo fino, porque tardaron demasiado en entrar. Fue lo único en lo que fallaron, porque todo lo demás rozó la perfección, como ya es costumbre. De hecho, la vuelta rápida fue de Verstappen después de parar una tercera vez con colchón suficiente frente a Leclerc (+34 segundos).

Pero el GP de Austria no acabó ahí, sino con el recurso de Aston Martin contra las sanciones aplicadas a los pilotos que sobrepasaron los límites de pista. La reclamación fue aceptada, la FIA ajustó los tiempos, y Alonso ganó un puesto en los despachos (del 6º al 5º), al igual que Norris (5º al 4º) por los dos perdidos por un Sainz frustrado con el trabajo de su equipo en Austria.