Carlos Alcaraz se estrenó por todo lo alto en el torneo de Wimbledon con una arrolladora paliza sobre el veterano tenista francés Jeremy Chardy. El murciano, mucho más cómodo sobre la hierba de lo que ya demostró en Queen's, no dio opciones con su habitual tenis potente y -sin muestra de las molestias del abductor derecho- cerró el pase a la segunda ronda del prestigioso certamen inglés.
El primer y último cara a cara de Alcaraz contra el francés, oficialmente retirado tras esta derrota, comenzó con un monólogo tenístico del murciano. El desacierto de Chardy al servicio sirvió al pupilo de Juan Carlos Ferrero para empezar el duelo con un break, y le mostró el camino a seguir para atar de forma consecutiva los siguientes ocho juegos.
Lejos de esa versión de tenis que llegó a auparle hasta la posición 25 del ránking ATP, el actual número 542 se convirtió en un mero sparring de Carlitos, desatado desde el servicio y con mucha facilidad para sentenciar con restos directos.
El murciano se sentía demasiado cómodo, daba sensación de flotar sobre una superficie en la que en Queen's- hace apenas dos semanas- denotó cierta torpeza aun conquistando el título. Su movilidad fue, sin duda, la mejor noticia tras una semana de incertidumbre respecto a su abductor derecho, tocado en la final del ATP 500 de Londres ante De Miñaur y aún cubierto por un aparatoso vendaje este martes.
En menos de una hora sentenció los dos primeros sets del partido de primera ronda. Chardy no encontraba fisuras ni en los pocos puntos que se resolvieron tras un peloteo, aunque sí afinó el servicio progresivamente. El galo estrenó el marcador en el noveno juego del partido con ovación incluida, y volvió a mover su casillero en el decimotercero antes de que Alcaraz volviera a sellar el set con un contundente 6-2.
Pero la mejor fase del partido fue la reservada por ambos contendientes para el set final. Alcaraz bajó el pie del acelerador, y el veterano jugador francés vio la primera oportunidad del duelo, aupado además por la posibilidad que le dio empezar el set defendiendo su turno de saque.
La igualdad llegó al electrónico y un Chardy extramotivado por la posibilidad de alargar su carrera se lanzó al ataque a pecho descubierto. La estrategia dio resultado, comenzó a sentir más la bola y logró romper el saque de Carlitos para ponerse con 2-4 a favor... llegaba el turno de la heroicidad del murciano.
Y así fue, Alcaraz apretó los dientes y remó desde atrás para igualar a cuatro y frenar los últimos coletazos de tenis de Chardy, quien todavía firmó un juego al saque más antes del 7-5 definitivo.
El murciano arrolló en su debut en el Grand Slam londinense bajo techo por culpa de una lluvia que sí retrasó el duelo de sus dos potenciales rivales en segunda ronda: Rinderknech o Muller.
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