Novak Djokovic ya está en la final de Wimbledon, en la que se enfrentará a Carlos Alcaraz, tras derrotar al italiano Jannik Sinner por 6-3, 6-4 y 7-6 (4). El serbio fue el auténtico protagonista de la semifinal, que también tuvo algún que otro momento de polémica.

Cuando Sinner tuvo la oportunidad de mandar el partido al cuarto set, a Nole le hizo mella la presión y dejó otro polémico episodio con parte del público de la pista central del All England Club.

Djokovic amplía su leyenda y ya espera a Alcaraz en la final de Wimbledon

El serbio falló un primer saque y decidió parar para quejarse de la reacción de algunos espectadores, que según él habían ayudado con su ruido a provocar su error. Eso ocasionó silbidos por parte de la grada al tenista, que les alentó aún más.

Después, al ganar el siguiente punto, se llevó el dedo al oído a modo de desafío al público y, más tarde, hace un gesto de llorón. Esto no gustó nada en Wimbledon, mientras que su box aplaudió, aunque sobre todo por haber salvado el set.

Y a este show hay que añadir que antes ya protestó al juez de silla, aunque de manera moderada, cuando le quitaron un punto por hindrance (obstáculo) porque consideraba que habría gritado en exceso cuando la pelota iba hacia el italiano.