Desde que se inició la guerra entre Ucrania y Rusia han evitado que todos los deportistas de ambas nacionalidades se enfrenten entre sí en cualquier competición no oficial. No obstante, en el Mundial de Esgrima se ha hecho una excepción: la ucraniana Olga Kharlan y la rusa Anna Smirnova, con el beneplácito del Ministerio de Deportes de Ucrania, protagonizaron el primer enfrentamiento deportivo tras el estallido del conflicto bélico. 

Este primer duelo en el Mundial de Italia se ha resuelto con la victoria de Olga Kharlan y dos eliminaciones, un hecho insólito. La competidora de Ucrania, tras finalizar el enfrentamiento, se ha negado a saludar a su contrincante. Esta acción, que equivale a una tarjeta negra dentro de las normas de la esgrima, está sancionada con la descalificación y con dos meses de sanción sin poder competir. 

A partir de ese momento, los árbitros se reunieron con la cúpula de la Federación Internacional de Esgrima (FIE) y, después de 55 minutos, decidieron eliminar a ambas protagonistas. En un primer momento, el estamento arbitral solo había notificado la eliminación de la la rusa Smirnova, pero, minutos después, se confirmó la expulsión de la ucraniana Kharlan por incumplir el reglamento. 

Una imagen que quedará para el recuerdo

Tras la negativa de saludo de Kharlan a Smirnova, la competidora rusa reclamó la eliminación y no salió de la pista en todo momento. Mientras los árbitros tomaban la decisión se pudo observar a la del país de Rusia sentada dentro de los límites reglamentarios contemplando el resto de enfrentamientos y esperando la sentencia de los colegiados. Sin lugar a dudas, es una de las imágenes más significativas en la historia de los Mundiales de esgrima.