Tras unos meses de incertidumbre y de varios recursos, finalmente la UEFA comunicó a Osasuna que el club rojillo si estará en la próxima edición de la Conference League, a pesar de los amaños de partidos de hace diez años por los que peligraba su presencia en la competición europea.

Osasuna recurrió a la justicia ordinaria para poder participar en la Conference y lo hizo asumiendo una posible sanción del organismo, que ahora se ha tasado en 100.000 euros. La entidad rojilla debe pagar esta cantidad, determinada por el Órgano de Apelación, tras una investigación llevada a cabo por el Inspector de Ética y Disciplina de la UEFA.

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La medida inicial era excluir a Osasuna de la Conference por la violación del Artículo 11 del Reglamento Disciplinario en conjunción con el Artículo 61 y 62 de los Estatutos del organismo europeo, "es decir, por no haber respetado la jurisdicción exclusiva del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), en Lausana, al presentar una demanda ante los tribunales ordinarios".

Más adelante la sentencia concede que "esta exclusión se suspende por un período de prueba de dos años , contados a partir de la fecha de la presente resolución". Y, además, se retiene el por ciento de los ingresos UEFA que pueda obtener el Osasuna por su participación en la próxima Conference League, a partir de la fase de grupos.