La euforia se ha desatado en Madrid a costa de la selección española femenina. Las campeonas del mundo, después de un largo viaje desde Sídney con escala en Doha, se han dado un baño de masas por las calles de la capital para celebrar el título más importante en la historia del fútbol femenino en España: la consecución del primer Mundial por parte de las chicas.
Más de 20.000 personas se congregaron en el Puente del Rey, de Madrid Río, para ver de cerca a las futbolistas del momento. Al ritmo de Michenlo, Camela o Juan Magán hicieron frente al calor, aunque hubo algún que otro susto, y la espera se hizo más que amena.
Aitana Bonmatí y compañía llegaron a Madrid entorno a las 21:15 horas, más pronto de lo previsto, y dejando una imagen para la historia. Ivana Andrés, la capitana del combinado nacional, bajó la copa del avión acompañada de Jorge Vilda, el seleccionador, y Luis Rubiales, quien horas antes se convirtió en protagonista por su polémico beso a Jenni Hermoso. Eso sí, el presidente de la RFEF ya no apareció más en toda la noche, lo que evitó una más que posible pitada por parte de la afición.
Tras un recorrido por las calles del centro, al que se unieron cada vez más aficionados, las campeonas del mundo llegaron al lugar de la fiesta y la locura se desató. Niñas pequeñas llorando por ver a sus referentes, mujeres mayores felices por los pasos que está viviendo el fútbol femenino...
Y el momento más emotivo llegó con la aparición de Olga Carmona, que recibió una gran ovación y un manteo de sus compañeras. La sevillana, además, dejó un emotivo discurso en recuerdo de su padre, que falleció dos días antes de la final y de lo cual se enteró horas después de la gran cita.
"Ayer fue un día de muchas emociones. Por momentos fue el mejor día de mi vida, pero luego se convirtió en el peor. Aquí tenéis la estrella que tanto queríais, pero también están todas aquellas que hay en el cielo y nos han acompañado", afirmó la jugadora del Real Madrid.
Y el otro momento destacado, y para muchos sorprendente, se dio cuando Jorge Vilda se acordó de todas las jugadoras que no han disputado el Mundial pero que anteriormente sí habían estado a sus órdenes.
"Quiero acordarme de todas las jugadoras que nos ha ayudado a llegar hasta aquí. Sin estas jugadoras que están aquí no seríamos campeonas del mundo", aseguró el seleccionador, que además se llevó una pitada cuando salió su imagen en las pantallas antes de llegar a la explanada.
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