Diego Carcedo Periodista
OPINIÓN

Rubiales no es España

El Consejo Superior de Deportes (CSD) no podrá sancionar provisionalmente a Luis Rubiales como presidente de la Real Federación Española de Fútbol.
Luis Rubiales durante la rueda de prensa en la Asamblea General Extraordinaria el 25 de agosto.
EP
El Consejo Superior de Deportes (CSD) no podrá sancionar provisionalmente a Luis Rubiales como presidente de la Real Federación Española de Fútbol.

Luis Rubiales es español, impresentable pero español, pero no es España ni se justifica que esté avergonzando el nombre de nuestro país ante el resto del mundo como está ocurriendo. Es la conclusión que se extrae leyendo la prensa extranjera que le ha convertido en noticia cotidiana y no por ser miembro de Al Qaeda o un asesino de masas, pero lo que ha hecho -y no solo el abuso de un beso furtivo a una mujer- quizás no llegue a una condena de la Justicia, pero sí a la opinión pública internacional, cada vez más sensible al respeto que merece la condición femenina.

Leyendo prensa extranjera en variados idiomas me ha sorprendido que, después de tantos días, el escándalo que encadena otras actuaciones censurables continúe siendo noticia en los principales medios internacionales: británicos, franceses, italianos, portugueses, latinoamericanos y norteamericanos. No tengo espacio en esta columna ni siquiera para enumerarlos. Me quedo con dos que de antemano me atrevería a calificar entre los más importantes que se publican en el mundo.

The New York Times, que como es bien sabido está a la cabeza por su rigor y su prestigio, le dedicaba el sábado cuatro columnas repartidas en dos artículos diferentes. Uno de ellos titulado Un beso no deseado convierte la victoria de España en un ajuste de cuentas con el sexismo. En otra página, otro artículo anunciado como El fútbol femenino en España está siendo escuchado después de años de ser ignorado, analiza lo ocurrido como una agresión que despierta la condena general.

El otro gran diario, The Washington Post, incluye una fotografía en colores del equipo campeón y debajo un titular más agresivo, aunque un tanto enigmático, sobre el protagonista del escándalo: El jefe del fútbol español se escuda detrás de sus hijas. No es el único. Son solo ejemplos, todas las grandes televisiones y diarios de Europa reaccionaron con las noticias del escándalo que se vienen sucediendo. Rubiales no merece la comprensión que reivindica.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento