El juez expulsa a la RFEF de la investigación del 'caso Negreira' por observar "corrupción sistémica" en el CTA
Después de unos meses opacado a nivel mediático por otros escándalos que han salpicado el fútbol español y copaban todas las portadas, el 'caso Negreira' ha regresado con más fuerza que nunca. Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, considera que hay "corrupción sistémica en el seno del Comité Técnico de Árbitros" en un auto desvelado por El Confidencial, y por ello ha decidido expulsar del sumario del caso a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Así, el magistrado instructor del caso aparta del caso a la Federación dirigida hasta hace unos días por Luis Rubiales, ahora suspendido por la FIFA, que ya en su día afirmó con rotundidad que Negreira "no pintaba nada". Opinión compartida por su hombre fuerte al frente del comité, el ex colegiado Luis Medina Cantalejo, uno de los árbitros más relevantes de la última etapa de Negreira como vicepresidente de los árbitros, que aseguró por su parte que su labor era "simplemente representativa".
Una apreciación que no coincide con las valoraciones de Aguirre, que cree que la función de Negreira como vicepresidente del CTA era "clasificar técnicamente a los árbitros a tenor de las correspondientes evaluaciones y proponer al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) los ascensos y descensos [de los colegiados]" y "proponer a los árbitros internacionales y designar a los delegados-informadores a los que se encomienda observar y calificar las actuaciones de los colegiados".
Así lo explicó a la Agencia Tributaria en su declaración el propio Enríquez Negreira, que aseguró que "cada semana o 15 días revisaban las actas arbitrales y puntuaban a los árbitros". En la misma línea, otros árbitros profesionales como Martínez Montoro, Albert Rodríguez y Fernández Hinojosa respaldan con sus testimonios la percepción del magistrado, ya que todos denunciaron públicamente "irregularidades en la forma de selección, designación y promoción arbitral", además de "criterios subjetivos" en ese proceso de puntuación del que el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros formaba parte.
Para colmo, Enríquez Negreira premiaba a los colegiados afines a su persona con partidos altamente relevantes, amparado en el CTA y en la RFEF, ahora excluida del resto del proceso judicial del 'caso Negreira'. Por eso mismo, el juez advierte que "cualquier otro equipo de Primera División que haya coincidido con el FC Barcelona durante los años objeto de investigación" podría haberse visto perjudicado a posta en los arbitrajes recibidos, ya que "se presume por pura lógica que el FC Barcelona no pagaría al vicepresidente Negreira en torno a siete millones de euros desde el año 2001 si no le beneficiara".
Además, en el informe de la Guardia Civil sobre el caso se hablaba en su día de un supuesto "índice corruptor" que servía al CTA para mantener un control exhaustivo de los colegiados, como una herramienta para monitorizar e influir en su "carrera y promoción profesional". La benemérita asegura que "el funcionamiento del CTA parece irregular", con "decisiones arbitrarias que no habrían tenido siempre un respaldo deportivo imparcial", lo que refrenda "la capacidad de influencia y poder de decisión" de Enríquez Negreira en el arbitraje español.