Novak Djokovic ha vuelto a enfundarse el mono de trabajo para representar a Serbia en la Copa Davis apenas días después de alzarse con el US Open en Nueva York, una muestra de compromiso con su país que ya fue recompensada en la capital serbia en la celebración masiva de su vigésimo cuarto título de Grand Slam.

El tenista nacido en Belgrado siempre ha sido un estandarte del país balcánico en el mundo, y no ha dudado en posicionarse abiertamente en las polémicas más calientes de una región que en su infancia lo acogió con un clima bélico insoportable. Una actitud destacada por su madre, Dijana Djokovic, en una profunda reflexión realizada en el último documental del número uno mundial presentado por Sportal Novak, historias no contadas

"Él lleva dentro una determinación con la que ha tenido que demostrar quiénes somos en realidad, que no somos una nación genocida, que somos gente normal, que no somos salvajes, como todo el mundo pensaba al principio. Y él quiere representar a sí mismo y a su país lo mejor posible", resaltó su madre en una opinión totalmente alineada con la de su hijo.

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"Recuerdo cuando viajaba con mi padre jugando torneos juveniles en todo el mundo. La mayoría de las veces, cuando decíamos que éramos de Serbia, la gente se volvía muy cautelosa y prudente acerca de cómo seguir con nosotros", señala el propio jugador en el libro Sin Red, en unas palabras en las que también dejó claro que todo estaba relacionado con la dinámica de "la prensa internacional" que escribía de "forma negativa sobre Serbia".

Sin embargo, en la misma cita, el actual número uno aseguró ahber notado un cambio a su alrededor. "Comenzó así, pero con el tiempo la gente pasó a valorarme a mí y a mi familia, a entender que lo que hacemos lo hacemos con el corazón y la conciencia limpias", valoró.

Quiere representar a sí mismo y a su país lo mejor posible

El documental, una joya para empaparse del camino seguido por el máximo campeón, pone en claro la importancia de la patria para Djokovic con opiniones de grandes figuras del deporte serbio como Viktor Troicki, Zeljko Obradovic, Sonia Vasic, una generación de deportistas eterna que esquivó las consecuencias de la guerra.