Quincy Promes, exfutbolista del Sevilla, va de polémica en polémica. El neerlandés, que milita actualmente en el Spartak de Moscú, ha sido pillado intentando sobornar a unos policías rusos en una comisaría con la intención de que dejasen en libertad a unos amigos presos por consumo de drogas, según informa Russian Mash.

El futbolista, al enterarse de que sus amigos habían sido detenidos por consumo de estupefacientes, acudió a la comisaría para exigir su liberación. Sin embargo, atendiendo a la política de Rusia de tolerancia cero con las drogas, su petición no fue atendida en un primer momento.

Promes llegó a ofrecer dinero a la policía rusa para que esta cumpliera con su deseo, pero no sin antes amenazar a los agentes con gestos intimidantes. 

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Finalmente no hizo falta que el futbolista pagase a la policía nada, quizá también por esa intimidación, pues poco después los amigos de Promes fueron puestos en libertad.

Para el Spartak de Moscú, actual club del neerlandés, este incidente no tiene importancia, pues desde dentro consideran que no ha hecho "nada ilegal". Sin embargo, este nuevo altercado se une a un pasado marcado por la condena de dieciocho meses de prisión en Países Bajos por apuñalar a su propio primo.