Histórica. Así ha sido la concentración de la selección española femenina que ha acabado con una goleada a Suiza, y no por los resultados en el césped. Lo que comenzó siendo con una polémica convocatoria de Montse Tomé para disputar la Nations League a las jugadoras que habían renunciado a acudir a la selección hasta que no se produjeran cambios importantes y estructurales en la Federación Española se ha convertido en la continuidad de una lucha que, gracias a todos los esfuerzos que ha provocado en las futbolistas, ya está dando sus frutos.

Después de que la gran mayoría de las futbolistas de más alto nivel del panorama nacional se declarase no convocable —después de la Asamblea Extraordinaria de la RFEF en la que Luis Rubiales dejó un discurso inolvidable y afirmó entonces que no iba a dimitir—, la nueva seleccionadora llamó a muchas de ellas para enfrentarse a Suecia y Suiza. A las futbolistas las pilló totalmente por sorpresa y acabó generando unos primeros días de máxima tensión.

Tras esa llamada había un largo desconocimiento sobre todo lo que estaba por llegar, empezando por el lugar y la fecha de concentración. Las jugadoras de los equipos madrileños se reunieron en la capital, mientras que otras lo hicieron directamente en Oliva (Valencia), donde finalmente se trasladaron todas para esos primeros días de preparación, con el fin de evitar a la prensa.

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Allí ya, con varios retrasos a las espaldas de, por ejemplo, las futbolistas del FC Barcelona, las internacionales vivieron su noche más larga desde que se embarcaran en la aventura de la selección española. 

Durante siete horas, Alexia Putellas y compañía se reunieron con Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), para pedir cambios consistentes en el seno de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a la mayor brevedad posible. Su confirmación, además de que les asegurará que no serían sancionadas en caso de marcharse, era la única garantía para que ellas continuasen en dicha concentración. Y así fue, a excepción de Mapi León y Patri Guijarro, que abandonaron por no verse preparadas tras más de un año sin acudir a la selección. 

Después le tocó el turno a la propia Montse Tomé, cuya continuidad como seleccionadora estaba totalmente en el aire. Las jugadoras le pidieron explicaciones por sus palabras, pues la asturiana, en su primera rueda de prensa como entrenadora nacional, afirmó que había hablado con ellas, dejando caer que estaban avisadas de esa convocatoria.

Esta información, sobre la que las jugadoras informaron a su entorno que no era cierta, se vio agravada con la ausencia de Jenni Hermoso en la lista, a la que no incluyó porque era "la mejor manera de protegerla". Todas esas desavenencias, lideradas por Putellas, Paredes y Misa Rodríguez, fueron trasladadas a Tomé. 

Oscar J. Barroso

Se acordaron cambios, pero, al menos de puertas para afuera, no parecía que iban a producirse con tanta inmediatez. A las pocas horas de esa reunión, la primera caída. Andreu Camps, mano derecha y hombre de máxima confianza de Luis Rubiales, fue despedido como secretario general de la Federación. Sus funciones, hasta las elecciones, ya son competencia de Elvira Andrés directora del Gabinete de la Presidencia.

A Camps le siguió Miguel García Caba, el director de Integridad que calificó como anecdótico el beso de Rubiales a Jenni Hermoso. En menos de una semana, dos de los pesos pesados de la RFEF de Luis Rubiales ya estaban fuera, cumpliendo así una de las exigencias de las jugadoras.

"La reunión del otro día es un punto que puede ser un antes y un después. Confío en que los acuerdos harán que nuestro deporte y creo que el deporte femenino, y en consecuencia la sociedad, sea mucho mejor", afirmó sobre ello Alexia Putellas en la primera rueda de prensa que rompió el silencio en mitad del conflicto.

A pesar de ello, aún quedan más cambios por atender, como explica a 20minutos Natalia Torrente, periodista de Relevo que está viviendo muy de cerca todo este conflicto. "Falta, por ejemplo, la reestructuración del área de comunicación y marketing, sobre todo la del fútbol femenino", asegura Torrente. "También los responsables que pusieron a Vilda y lo mantuvieron", añade la periodista. 

RFEF

Esa primera toma de decisiones calmó las aguas. Las jugadoras, como afirmaron públicamente, entendieron que no pueden "ser solo futbolistas", principal motivo por el que han elegido continuar desde la primera línea.

La lucha se extrapoló al terreno de juego, con el apoyo de las internacionales de Suecia y Suiza. Ambas selecciones, antes de sus respectivos enfrentamientos, posaron con las españolas bajo el lema "Se acabó". 

Dos palabras que ya significan mucho para el fútbol español, pero también para la sociedad. Las internacionales se han convertido en un ejemplo dentro y fuera del terreno de juego y, sobre todo muchas niñas, ya les ven como referentes. 

"Estas futbolistas van a pasar a la historia, no solo como las primeras campeonas del mundo de nuestro fútbol femenino, sino también como unas deportistas que lucharon también por cambiar el trato hacia las mujeres", opina sobre lo sucedido Rocío Martínez, periodista de Antena 3 y codirectora del programa RadioEstadio Noche, de Onda Cero.

A todo ello hay que sumar que, aun cuando se llegó a rumorear que el rendimiento de las jugadoras iba a bajar debido a tantas horas de incertidumbre y sin dormir, han demostrado a su vez por qué son las campeonas del mundo, plantándose en la Nations League como favoritas a una plaza de los JJOO de París 2024, tras ganar en sus dos primeros partidos por 2-3 y 5-0.

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Mientras tanto, la batalla también se ha ido labrando en los juzgados, con el objetivo de condenar el beso sin consentimiento de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. La futbolista y su entorno ya han declarado que en aquel polémico gesto no hubo aprobación de la delantera, todo lo contrario a lo que afirmó el ya expresidente de la Federación. Pero en esta línea también queda mucho por recorrer, puesto que todavía tienen que declarar como testigos Putellas, Paredes y Misa, y Vilda y Albert Luque como investigados.

Los pasos que se han dado han hecho que se viva una situación histórica, que va a cambiar el rumbo del fútbol español, partiendo de las categorías inferiores. "El masculino es el más poderoso, pero es una cascada que afecta a muchísima gente, incluso a niños y niñas que practican fútbol. Si se parte desde una voluntad de cambio y de no caer en los mismos errores, nos esperará un futuro mejor", afirma Torrente.

Fran Santiago

Los próximos meses serán trascendentales para que se pueda hablar claramente de un cambio profundo o, por el contrario, limitado a lo que hasta ahora se ha producido, pero lo que está claro, según ha afirmado Martínez en 20minutos, es que cree que "ya ha habido consecuencias que han hecho a mucha gente de estos organismos (como la RFEF) ser conscientes de que ya no todo vale y de que hay cosas que no se pueden hacer".