El Gran Premio de Qatar de Fórmula 1 llega este fin de semana para poner el broche anticipado a la temporada. Con carrera al sprint incluida, Max Verstappen apenas necesita un puñado de puntos para confirmarse como tricampeón, y Red Bull es campeón de constructores desde Suzuka, por lo que todo lo que queda por decidir son sus acompañantes en el podio simbólico de la temporada.

Uno de esos cabos sueltos por solucionar es la victoria '33' de Fernando Alonso, pero el rendimiento del AMR23 y de Aston Martin como equipo no parecen suficientes como para lograrla este año. Lo han acariciado, pero el siguiente triunfo de Fernando Alonso tendrá que seguir esperando salvo milagro. Eso sí, si hay una pista en la que todavía puede suceder, esa es el circuito internacional de Losail, donde Fernando no ha ganado pero sí ha hecho historia en el pasado.

Han pasado más de diez años desde la última victoria de Fernando Alonso en F1, pero el asturiano ya sabe lo que es romper una sequía de lustros en el Gran Premio asiático. Fue la de podios en 2021, en una carrera en la que el bicampeón del mundo logró su podio número 98 después de no pisar el cajón en siete años, ya que el anterior fue en el GP de Hungría de 2014. Y todo ello en su temporada de 'debut' después de retirarse del 'Gran Circo' en 2018.

Tras la pésima experiencia con McLaren - Honda, Alonso se marchó a ver mundo y a ganar en otras categorías para regresar con las pilas cargadas en 2021 de la mano de Alpine. La antigua Renault era el lugar idóneo para retomar una pasión que jamás había perdido, y aunque no todo fue como le hubiese gustado, sí que pudo regalarse su primera alegría real en casi una década con ese tercer puesto en Qatar de hace dos años.

Hamilton y Verstappen llegaban a aquella cita en plena pelea por el Mundial aunque ese asalto se lo llevó con facilidad el piloto inglés, que salía desde la pole y se paseó por Losail. El neerlandés había sido sancionado con cinco posiciones y salía séptimo, con el compañero del heptacampeón del mundo en Mercedes, Valtteri Bottas, relegado a la quinta plaza por otra sanción. Y, en ese caos, Alonso partía tercero después de clasificar quinto, con el Alpha Tauri de Pierre Gasly segundo.

Por aquel entonces, su relación con Esteban Ocon aún era positiva y fructífera, y se notó sobre la pista. El asturiano le regaló unas fechas antes su primera y única victoria en F1 en Hungría, deteniendo durante más de diez vueltas al Mercedes de Hamilton, y por ello pidió por radio al equipo francés que su compañero defendiese "como un león" para facilitarle el podio.

Alonso, más allá de pequeñas ayudas externas, dio aquel día una lección de pilotaje (otra más) con un coche netamente inferior, pasando por el exterior a Gasly en la salida y manteniendo una posterior batalla infernal con Bottas y con Pérez para mantener ese meritorio tercer puesto, logrando incluso igualar por momentos el ritmo del líder de la carrera.

Durante las primeras vueltas, aguantó esos ataques de Checo Pérez y Charles Leclerc hasta que entró a boxes en la vuelta 16. Tras cambiar sus gomas por las duras, salió cuarto por detrás de Hamilton, Pérez y Ocon, que le dejó pasar sin problemas para que pudiera luchar por el podio. Recuperó su tercera plaza con las paradas posteriores de Pérez y Bottas, y aguantó durante más de veinte vueltas los ataques de ambos con unos neumáticos mucho más viejos.

La alegría de aquel día no se ha vuelto a ver en Fernando descontando los actuales podios de Aston Martin, en especial el de Bahréin y el de Zandvoort. Nadie apostaba nada ya por él, nadie esperaba ya nada de él, pero él no bajó los brazos y demostró que siempre había sido y seguía siendo uno de los mejores de todos los tiempos. ¿Podrá volver a hacer magia este año en Qatar?