La Fórmula 1 ha efectuado esta semana otro parón en su calendario antes de encarar el Gran Premio de Estados Unidos en el Circuito de las Américas de Austin, Texas. Además, está casi todo el pescado vendido, con Max Verstappen y Red Bull campeones de pilotos y constructores, por lo que queda poca tela por cortar y poca emoción por vivir.

Por eso, cuando más tranquilas bajan las aguas de una disciplina en constante cambio y perpetua polémica, ha aparecido Lewis Hamilton en actitud reivindicativa para darle picante al 'Gran Circo'. El siete veces campeón del mundo, como ha hecho ya en alguna ocasión, ha reiterado la necesidad de hacer de la Fórmula 1 "un espacio más diverso", para lo que ha sugerido cambios que vengan "de arriba hacia abajo".

El piloto inglés hace referencia en esta ocasión a la propiedad de los equipos y escuderías que participan en la categoría reina del automovilismo, pero también incluye a los jefes de los equipos como parte indispensable en los cambios que a él le gustaría ver en la Fórmula 1 porque ellos están "en la cima del deporte".

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"Siento que necesitamos modificar los criterios y asegurarnos de que haya una oportunidad de lograr un impacto real, asegurándonos realmente de que si hay un nuevo equipo, tenga que ser diverso", expresó a los medios después del Gran Premio de Qatar, abogando por unos equipos compuestos por mecánicos, ingenieros y directivos de distintos orígenes y condiciones sociales.

El competidor británico hizo especial hincapié en el papel de la mujer, y en su escasa presencia en puestos de importancia en el paddock, en boxes y sobre la pista: "Tal vez tengan que crear una oportunidad para que una piloto se presente. Y tiene que ser diversa desde arriba. Por el momento, son todos propietarios blancos. Y hay una verdadera falta de diversidad de arriba hacia abajo. Son todos hombres, y eso necesita cambiar".

Hamilton tiene claro el patrón que necesita ser cambiado para promover una Fórmula 1 más diversa: más razas, más nacionalidades distintas, y oportunidades a todos los niveles para las mujeres. El siete veces campeón mundial es un habitual en la defensa de este tipo de causas, y se ha posicionado con frecuencia a favor de implementar cambios en la estructura del deporte para permitir que más personas pertenecientes a minorías puedan irrumpir en el deporte.

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En 2019, sin ir más lejos, el piloto de Reino Unido creó la 'Comisión Hamilton', una organización que pretende abordar simultáneamente la subrepresentación de la gente negra en los deportes de motor del Reino Unido, así como el sector de la tecnología, la ciencia y la ingeniería. Y con razón, porque hasta la fecha él es el único piloto negro que ha competido en una carrera de F1.

Del mismo modo, sus argumentos respecto al rol de la mujer en la Fórmula 1 tampoco andan desencaminados. Si bien existe desde este año la 'F1 Academy', categoría exclusiva para formar mujeres piloto de cara al 'Gran Circo', apenas el mes pasado volvió una mujer a subirse a un F1. Fue la inglesa Jessica Hawkins, que pudo probar el Mercedes de su paisano para convertirse en la primera mujer en pilotar un monoplaza en más de cinco años.

Susie Wolff fue la última mujer piloto en participar en un fin de semana de Gran Premio, en el Gran Premio de Gran Bretaña de 2015, y para encontrar a la última mujer en participar oficialmente en una carrera, debemos remontarnos a 1992 con la italiana Giovanna Amati. La mujer con más carreras, su compatriota Lella Lombardi, disputó 17 repartidas en tres años distintos (1974-1976), y es la única hasta el momento en lograr puntuar. Queda mucho camino por recorrer.