La victoria del Real Madrid en el primer Clásico de la temporada, añadida a la consagración de Jude Bellingham como el nuevo rey de la plantilla blanca, fueron las dos grandes noticias del sábado para Carlo Ancelotti.  Eso sí, el técnico sabe que hay una mota que empaña la actuación ante los culés, y no es otra que la caída del nivel de juego de Vinícius, su hombre diferencial en la punta de ataque.

Los merengues solventaron este fin de semana una de las papeletas más complicadas del curso, un Clásico 'tempranero' crucial para la lucha por por el liderato de LaLiga. No empezaron ni mucho menos con la inercia de la victoria, pero se llevaron los tres puntos de Montjuic al Bernabéu gracias a otra actuación sensacional del hombre de moda: Jude Bellingham. 

Trece goles ha embocado ya el centrocampista inglés, un hombre que ha asumido el rol de goleador de manera inesperada para suplir las carencias arriba de Vinícius, Rodrygo y un Joselu de sensaciones muy intermitentes. El decimotercero es quizás el tanto más importante del curso, por aquello de ser el definitivo en su debut en un Clásico, pero tampoco hay que olvidar que Jude ya salvó los muebles ante el Unión Berlín, el Braga, el Getafe, el Celta...

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El inglés ha caído de pie en el Real Madrid, un club que ya ha empezado a ver barato el desembolso de más de 100 millones de euros realizado por él. Y es que, además de los goles, se ha convertido en el hombre 'total' de un equipo que carbura al ritmo impuesto por él en el centro del campo. Igual anota que corta una contra, siempre tiene una lección en su cuaderno de fútbol de transición, ese en el que el Real Madrid se vuelve letal.

De su buena adaptación quizás tenga gran culpa Vinícius, hombre totalmente asentado en el Real Madrid y ahora encargado de que el nuevo fichaje -al que logró convencer para aterrizar en Madrid- tenga todo lo que necesita en su nueva vida en la capital. Siempre a su lado, dentro y fuera del campo, el brasileño ha puesto todo de su parte para que funcionara, y lo ha conseguido.

Sin embargo, el incisivo atacante ha sido quien ha dado un paso atrás. Quizás más pendiente de lo que ocurre en los asientos del estadio que en césped, Vinícius no encuentra ese punto dulce con el que el Real Madrid rompe partidos. Los datos son claros: tres goles y diez asistencias en diez partidos no es lo que se espera de él, y la presión parece estar haciendo mella.

Ello se vio en el estadio de Montjuic, pues anulado totalmente por el buen hacer de Araújo, Vinícius tuvo todo su protagonismo en la 'pelea' con Xavi, las protestas al árbitro y la polémica despedida del campo entre insultos por sus gestos a la grada.

Su bajada de rendimiento preocupa, porque sumada a la de Rodrygo, el Madrid pende ahora del hilo de Bellingham, y el inglés no es eterno aunque así lo parezca. Casi no llega al Clásico por molestias, y se antoja complicado pensar, visto lo visto en el césped, que los blancos hubieran podido cuajar una gesta así sin el '5'.