El milagro de Anna Pfaff: la escaladora que perdió seis dedos y decidió no rendirse

Anna Pfaff ascendiendo el Kyajo Ri en Nepal.
Anna Pfaff ascendiendo el Kyajo Ri en Nepal.
Andrés Marín
Anna Pfaff ascendiendo el Kyajo Ri en Nepal.

Fue el 21 de abril de 2022 cuando todo cambió en la vida de la escaladora estadounidense Anna Pfaff. Ella y su compañera de cordada, Priti Wright, fueron las primeras personas en aquella temporada en hacer cumbre en el Monte Huntington, una rocosa pirámide helada de 3.731 metros situada en la Cordillera de Alaska central que planteó una escalada complicada. Pero para Priti y Anna las dificultades deportivas siempre han sido el pan de cada día.

Experimentadas y destacadas en la escalada de roca y hielo y en ascensiones en estilo alpino, Pfaff y Wright son de las que nunca se achantan ante los retos difíciles y forman parte del grupo de alpinistas que están entre los mejores del mundo.

Después de alcanzar la cima de Huntington, las dos descendieron a su campamento base en el glaciar al pie de la cara oeste de la montaña. Durante el descenso todo iba bien, ninguna de las dos sintió nada raro, sólo cansancio pero tuvieron darse prisa porque el tiempo se puso a empeorar. 

Cuando se metieron en su pequeña tienda de campaña y se quitaron las botas, Pfaff se dio cuenta de que tenía los dedos del pie derecho muy hinchados y de un color blanquecino. Siendo enfermera de profesión civil, Pfaff sabía que ese color significaba congelaciones. Aquella noche, la avioneta que generalmente opera en esa zona remota del mundo acercando y recogiendo a los alpinistas no pudo volar por mal tiempo. Además, tuvieron la mala suerte de que durante la noche las temperaturas se desplomaron, circunstancia que empeoró todavía más las expectativas de Pfaff para poder recibir atención médica lo antes posible. 

Finalmente, el 23 de abril de 2022 Pfaff fue trasladada al hospital. La escaladora empezó a recibir sesiones en cámara de oxigenoterapia hiperbárica para producir un aumento de oxígeno en las áreas de necrosis de su pie, pero lamentablemente aquella terapia en su caso no mejoró el estado comprometido de sus dedos. Finalmente tuvo que afrontar la realidad: amputación. Todo iba a cambiar en su vida y tendría que aprender a caminar de nuevo, por no hablar de lo que las amputaciones de los dedos del pie significaban para una escaladora.

Pfaff recibió mucho apoyo de parte de su pareja y sus amigos durante todo este tiempo repleto de bajones y pequeños pasos hacia adelante en la lucha por recuperarse. Los primeros pasos fueron realmente tristes, Anna se caía cuando quiso caminar por primera vez. Sin embargo, no se rindió ni un segundo y con mucha fuerza de voluntad y constancia consiguió ir avanzando poco a poco, llegando incluso a hacer pequeñas escaladas al cabo de los meses.

De caminar unos metros... al pico

Ahora, después de un año de aquella situación, ha llegado una noticia realmente bonita: Anna Pfaff ha conseguido ascender la montaña Kyajo Ri, un pico de 6,186 metros situado en la región del Khumbu en el Himalaya en Nepal, junto a su pareja Andrés Marín y otros dos compañeros.

"Fue un reto que me propuse hace un año después de la pérdida de seis dedos de los pies debido a congelaciones. Parecía un sueño lejano inalcanzable en ese momento, ya que apenas podía caminar más allá de unos pocos pasos. Esta aventura difería de la de las primeros ascensiones en lugares remotos a la aventura de luchar por entender las dolencias mentales y físicas que vienen con la pérdida de partes del cuerpo”, escribió Pfaff recientemente en sus redes sociales, agradeciendo el apoyo que recibió durante el último año.

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