Noche complicada para el Sevilla, que pasó con mucha pena y poca gloria por Londres, y regresa a la ciudad hispalense contra las cuerdas. La derrota ante el Arsenal (2-0) deja en una complicadísima situación al equipo de Diego Alonso, que deberá buscar soluciones de cara a las dos últimas jornadas de la fase de grupos de la Champions para seguir con vida en Europa.

La imagen del siete veces campeón de la Europa League fue tétrica en el Emirates Stadium. Desaparecido, sin pisar campo contrario hasta prácticamente la segunda parte y sin un disparo a puerta hasta el minuto 96 en un encuentro del que el Arsenal fue dueño y señor de principio a fin, sin discusión. Y eso, pese a que los gunners salieron sin delantero centro por las lesiones de Gabriel Jesús y Eddie Nketiah.

No le importó nada al equipo de Arteta, que amenazó el área del Sevilla hasta que tuvo premio. Antes de que se cumpliese la media hora de juego, Jorginho se inventó un pase entre dos líneas que habilitó el dos contra uno de Bukayo Saka y Leandro Trossard. El inglés no falló en el pase y el belga, a placer, hizo justicia en el marcador.

Así empezó a cocerse la agonía de un Sevilla para el que el 1-0 significó una losa muy pesada en un partido en el que apenas podían defenderse y quedaba muy lejos pensar en atacar. En Londres, una ciudad enorme y llena de recovecos, poca gente ha estado tan perdida como En-Nesyri en el Emirates. La presencia ofensiva de los hispalenses era inexistente y el sentimiento general era de que si el Arsenal se lo proponía, podía haber goleada.

Tras rozarlo en un par de ocasiones, con disparos de larga distancia, la ansiedad del Sevilla de subir líneas le acabó costando el 2-0. Saka le echó una carrera a Pedrosa, le sentó con un recorte y definió cruzado con la zurda. Un golazo que puso de manifiesto la diferencia física y técnica entre los dos equipos y que dejó al Sevilla visto para sentencia.

Tuvo una oportunidad a los segundos de entrar Mariano Díaz, pero, sin ángulo en el mano a mano, confió en el pase y la defensa del Arsenal despejó. Se marchó ahí la última esperanza de un triste Sevilla que desde que llegó Alonso solo ha ganado en Copa del Rey al Quintanar de la Orden y que se queda colista de grupo con dos puntos tras cuatro jornadas. Están a tres puntos del Lens y del PSV Eindhoven. Siguiente asalto: contra los holandeses en el Sánchez-Pizjuán, donde solo queda ganar o ganar.

El Arsenal, por su parte, podría cerrar el pase la próxima jornada cuando reciba en Londres al Lens, rival que ya le batió en el partido de ida. La peor noticia para los Gunners fue la lesión de Saka en la recta final de partido, que se marchó con un problema muscular.