Cristiano Ronaldo volvió a vivir una noche amarga al frente del Al Nassr. El jugador luso, que vio como su equipo fue doblegado en el derbi ante el Al Hilal (3-0), equipo liderado por Karim Benzema, perdió los nervios y se mostró muy disconforme con las decisiones arbitrales durante todo el encuentro.
En el minuto 72 del encuentro, y con un marcador favorable a favor del Al Hilal (1-0), Cristiano remató un centro medido de Mané para poner el empate a uno. Sin embargo, la acción fue invalidada por un fuera de juego milimétrico. Esta decisión hizo estallar al portugués, que realizó un gesto de que el árbitro estaba comprado.
Minutos después, el enfado de Ronaldo se multiplicó debido a una acción entre Bono, exportero del Sevilla FC, y el luso. En un balón aéreo, el cancerbero golpeó al atacante del Al Nassr dentro del área, pero el árbitro principal decidió no pitar absolutamente nada en esa acción.
Una vez finalizado el encuentro, los aficionados locales gritaron el nombre de "Messi, Messi" a la salida de los jugadores del terreno de juego. Cristiano, ante estos cánticos, sonrió e hizo el gesto lanzar besos a la grada en reiteradas ocasiones.
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