La última gesta de Alex Huber: escalar sin protecciones y sin arnés una aguja de 160 metros

Alex Huber en lo alto de la aguja de Goloritze.
Alex Huber en lo alto de la aguja de Goloritze.
Alexander Huber / Timeline Production
Alex Huber en lo alto de la aguja de Goloritze.

El gran escalador baviero Alexander Huber (54), uno de los mejores escaladores de roca con más de 30 años de experiencia —dedicado especialmente a la escalada en solo integral y escalada en libre, aunque también ha hecho varias expediciones de alpinismo vanguardista a las montañas de los lugares más remotos de la tierra— ha vuelto a hacer una escalada en solo integral en una aguja de 160 metros de altura: la Aguglia di Goloritze en Cerdeña.

En el mes de octubre, y en el marco de la filmación de un documental de Servus TV Bergwelten con la colaboración de Timeline Production, Huber se puso los pies de gato, cogió algo de magnesio para la adherencia de las manos contra la roca, y trepó sin cuerdas y sin arnés la Aguglia di Goloritze. Modesto y sin aires de super estrella, el alemán describió su ascensión diciendo que igual ésta no ha sido su escalada más difícil ni la más destacable, pero estéticamente la vía de la aguja Aguglia era única.

El alemán viene de una familia de escaladores, y heredó de su padre la pasión por las montañas y las paredes verticales gigantescas. Junto a su hermano Thomas Huber han marcado una generación extraordinaria de escaladores de roca, y cuentan —juntos y por separado— con hazañas pioneras. Los dos están en sus 50 años, pero siguen activos y fuertes.

Alex, el pequeño de los dos hermanos, que por formación académica es físico, cuenta con escaladas —varias de ellas en solo integral— y ascensiones muy difíciles en el Yosemite, Baviera (Alemania), Austria, Dolomitas, Patagonia, Alpes, Karakorum, Himalaya, y en la Antártida. Además, gran parte de sus escaladas fueron primeras ascensiones.

Escalar en solo integral, o como se llama en inglés, en free solo, significa no tener ninguna protección de seguridad, en todo caso el casco que protege la cabeza del escalador de las rocas y piedras que puedan caer desde arriba durante la subida de las paredes verticales. Tampoco se lleva arnés ni cuerda, por eso esta disciplina es la actividad deportiva al aire libre más difícil y comprometida del mundo

Una vez que el escalador llegue al punto de no retorno, ya sólo puede y tiene que terminar la vía subiendo hasta arriba, porque destrepar desde ese punto es imposible. Muy pocos escaladores del mundo hacen esta modalidad, y hay que tener muchísima experiencia y habilidades para llevarla a cabo. Cualquier fallo mínimo tiene consecuencias fatales.

Alex Huber escalando en solo integral la aguja Aguglia di Goloritze de 160 metros en Cerdeña.
Alex Huber escalando en solo integral la aguja Aguglia di Goloritze de 160 metros en Cerdeña.
Alexander Huber / Timeline Production

Huber, que viene mucho a España a escalar y habla bastante bien el idioma, escribió dos libros muy interesantes sobre la filosofía de la escalada en solo integral, en los que hablar sobre la historia y filosofía de esta disciplina y cómo el escalador afronta el miedo

"Para mí escalar en free solo es la forma más intensa de afrontar la roca. Evolucionar sobre la roca de una manera tan libre es una sensación increíble. Es entrar en otra realidad, en un espacio entre el ser y el no ser. Escalar en solo integral tiene mucha más introspección que ascensión en sí", apuntó en Free Solo: Escalada sin protección y sin límites. De igual forma, reconoce que la presencia del miedo es natural, pero él aprendió a convertirlo en un mejor amigo que le advierte y lo protege al mismo tiempo para saber cuándo debe o no debe hacerlo.

Una vez, un periodista preguntó a Alex si tenía algún amuleto para estas escaladas. "El amuleto más importante es mi cerebro, siempre lo llevo conmigo. Me lo regalaron mis padres y trataré de conservarlo hasta el final de mi vida", contestó el maverick alemán.

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