Dos escaladoras españolas superan la infernal supercanaleta de Fitz Roy: una montaña de nieve, hielo y piedras peligrosas

La Supercanaleta de Fitz Roy, en Patagonia.
La Supercanaleta de Fitz Roy, en Patagonia.
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La Supercanaleta de Fitz Roy, en Patagonia.

Lucía Guichot y Nieves Gil acaban de concluir una expedición excelente en la Patagonia argentina. La cordada femenina aprovechó una ventana de tiempo y en seis jornadas de escalada que incluía cinco vivacs, ascendió la famosa y difícil Supercanaleta en una de las montañas más emblemáticas, la escarpada Fitz Roy de 3.405 metros, ubicada al oriente del campo de hielo Patagónico Sur en la frontera entre Argentina y Chile.

Guichot y Gil se conocen muy bien al haber escalado juntas ya en varias ocasiones. El año pasado subieron la cara norte del Eiger. Con la cabeza muy bien amueblada y a base de un buen entendimiento y preparación técnica, las dos españolas han logrado solventar esta ruta que va por la cara oeste. 

Lo realmente difícil de la Supercanaleta está en su longitud, e incluye un barranco de nieve e hielo de 1.000 metros, seguido de quince largos de roca y escalada mixta. Los últimos 200 metros son especialmente desafiantes. La caída de piedras de las paredes adyacentes a menudo aumenta la exposición de los escaladores.

"Hicimos la aproximación en dos días hasta el pie de la vía para observar la línea. Estaba en buenas condiciones”, ha relatado Guichot. Después de ascenderla exitosamente, descendieron por la vía franco argentina y después por la temida Brecha de los Italianos. 

Écureuil describió la ascensión como un torbellino de sentimientos, agradeciendo a su compañera y amiga por haberla hecho disfrutar de cada minuto. Guichot, al igual que su amiga, ha recalcado la buena sintonía entre las dos. "Todo salió a pedir de boca. Alegría de vivir”.

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