La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha juzgado este martes a un hombre acusado de varios delitos de agresión sexual: uno de carácter continuado a menor de 16 años, otro de abuso sexual de carácter continuado a menor de edad y un tercero continuado de agresión sexual con penetración a menor de edad con el agravante de parentesco.
Los hechos por los que está acusado habrían tenido lugar en varias ocasiones y en lugares diferentes, entre los años 2012 y 2016 en el partido judicial de Santiago. En aquel momento, el acusado era entrenador de un club de baloncesto y las tres víctimas eran niñas menores de 16 años. Por todo ello, la Fiscalía de Pontevedra pide que este hombre sea condenado a 21 años y ocho meses de prisión.
Complementariamente, la representante del Ministerio Público también reclama al tribunal provincial que imponga al acusado una orden de alejamiento y prohibición de comunicación de la primera víctima por 11 años, de 1 año en el caso de la segunda y de 12 años en caso de la tercera, y que se le someta a libertad vigilada durante 15 años, así como que se le impida desempeñar actividades que impliquen contacto con menores. Actualmente, y para más inri, trabajaba en un colegio.
En concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía reclama 25.000 y 50.000 euros para las dos menores que denunciaron haber sido víctimas de agresión sexual, aunque en el tercero de los casos no solicita indemnización. Las tres víctimas han declarado este martes en la Audiencia de Pontevedra a puerta cerrada para proteger su intimidad y, además, lo han hecho protegidas por un biombo para evitar el contacto visual con el acusado.
Una de ellas era su novia. Se conocieron cuando él acababa de cumplir 19 años y ella tenía 14, y aseguró que la obligó a mantener relaciones no consentidas. Otra era una chica de 14 años jugadora del equipo que entrenaba, y la tercera era una niña de 13 a la que daba clases de guitarra y supuestamente realizó tocamientos.
El acusado declaró en audiencia pública negando todas las acusaciones de abuso y agresión sexual. Sí reconoció que había mantenido relaciones sexuales con dos de las chicas cuando eran menores de edad, pero aseguró que siempre habían sido consentidas y negó los tocamientos a la tercera menor.
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