Alcaraz, a por el imbatible Djokovic y el belicoso Sinner en un Open de Australia ensombrecido por la ausencia de Nadal

Se acabaron las exhibiciones, los amistosos de pretemporada, las largas sesiones de gimnasio... ya no hay medias tintas, ahora sí arranca la temporada 2024 del mejor tenis bajo el sol abrasador de Melbourne en el gran certamen del Open de Australia. Novak Djokovic, Carlos Alcaraz y Jannik Sinner son grandes cabezas de cartel ante la gran sombra de la ausencia de Rafa Nadal, pero hay toda una segunda línea de tenistas preparada para destruir las quinielas en una edición en la que las opciones de la Armada Española femenina pasan por el milagro de Badosa.

Solo un regreso de ensueño de Nadal al circuito podía alterar el guion de este Open de Australia, que quedó escrito en los últimos días del pasado noviembre. Las ATP Finals y la Copa Davis fueron tan solo el tráiler del nuevo relato de batallas épicas que protagonizarán Djokovic, Alcaraz y Sinner este curso, pero el manacorí no llegó a punto. Era de esperar que el ganador de 22 títulos de Grand Slams no estuviera del todo fino para someterse a las infernales condiciones de Melbourne Park a pesar de su gran rendimiento en Brisbane, así que en la sombra que deja su ausencia solo brilla Alcaraz.

El de El Palmar no terminó bien la pasada campaña, los fallos de planificación le hicieron acusar la fatiga física y mental por segundo año consecutivo, y decidió hacer borrón y cuenta nueva empezando el año con una titánica preparación. La victoria del murciano en el amistoso -poco amistoso- ante Djokovic en Riad (el pasado 27 de diciembre) habló por sí sola: Alcaraz está listo para repetir la hazaña de Wimbledon.

Y es que Djokovic vuelve otro año más a Australia, tras diez conquistas en el gran certamen oceánico, la última el pasado 2023, como el gran rival a batir. "Me encanta jugar aquí, es donde he tenido el mayor éxito de mi carrera en Grand Slams", declaró hace tan solo unos días sintiéndose favorito tras haber visto desaparecer unas peligrosas molestias de su muñeca.

En la batalla entre el N.º1 y el N.º.2 del mundo solo aparece un hombre: Jannik Sinner. El italiano le tiene tomada la medida a su buen amigo Alcaraz y demostró, con la venganza de la final de las ATP Finals en la Copa Davis ante Djokovic, que ya ha dado ese paso adelante que se exigía al talludo talento italiano. Ahora el transalpino se ve más cerca que nunca de los títulos de Grand Slam, el abismo que le separa de su coetáneo 'Carlitos' en la lucha entre el único representante del Big Three en la pomada, Nole, y la NextGen.

Además, entre los grandes colosos aparece una lista de nombres de segunda fila que llega a Australia con más hambre que nunca. La inquina de Medvedev hacia Sinner tras las tres últimas finales de 2023 perdidas, el brillante y sólido recorrido de Rublev en los últimos tiempos, la victoria de Zverev en la United Cup o los esperanzadores mensajes de Tsitsipas animan a soñar con giros inesperados de la previsible trama, eso sin contar a los 'extras': Rune, Fritz, Ruud... o, por qué no, viejos rockeros como Dimitrov.

Paula Badosa y un soñado milagro en plena batalla 'a tres' en el cuadro femenino

El cuadro femenino siempre depara sorpresas, pero en esta edición hay un selecto grupo de tenistas que atemorizan al resto del cuadro. La número uno, Iga Świątek; la defensora del título, Aryna Sabalenka; la ganadora del US Open, Coco Gauff; y la finalista de la pasada edición, Elena Rybakina, copan el 99% de las opciones.

Si alguna raqueta aprovechara ese 1% restante sería toda una sorpresa, y en esa unidad es donde afloran las esperanzas puestas en Paula Badosa. La catalana llega a las antípodas cargada de ilusión tras un año marcado por un verdadero clavario de lesiones, con una condición física envidiable que ahora sí le permitiría apurar todas sus opciones en las abrasivas pistas australianas. 

Badosa es el deseo que La Armada Española le ha pedido a este recién estrenado 2024, la cabeza visible de un grupo de tenistas españolas completado por Sara Sorribes, Rebeka Masarova y Cristina Bucsa que sueñan con un estreno por todo lo alto en la tierra de los canguros.