La selección española de waterpolo femenino perdió este sábado por un ajustado 7-8 ante la anfitriona Países Bajos en la final del Campeonato de Europa, disputado en Eindhoven, y no pudo tomarse revancha de la final perdida también el año pasado en el Campeonato del Mundo. El destino volvió a ser cruel para España en un enfrentamiento ante Países Bajos. Si en el Mundial cayó en los penaltis, en la final del Europeo fue en el último suspiro, a seis segundos del final, con un gol de Bente Rogge que rebotó en el palo y la espalda de Martina Terré para entrar llorando en la meta.

En esta ocasión en el Pieter van den Hoogenband Zwemstadion, las jugadoras entrenadas por Miki Oca empezaron muy bien el partido, pero tuvieron problemas para jugar con sus boyas, no aprovecharon sus momentos de superioridad numérica, y acabaron chocando otra vez en el peor momento contra las neerlandesas aunque llegaron al final del choque todavía con muchas opciones. El colofón del torneo sonrió a las 'tulipanes', guiadas en ataque por Kity Lynn Joustra, por Lieke Rogge y por Bente Rogge, autora del gol decisivo con suerte a 6.3 de la conclusión.

Se trataba prácticamente de la última acción. En superioridad (una de las trece que tuvieron), las neerlandesas decidieron en una acción en la que Bente Rogge remató, el balón dio en el palo, rebotó en la espalda de Martina Terré y cayó dentro, pegado a la línea pero dentro de la portería por completo. No había tiempo para más y Países Bajos sumó el título europeo al Mundial conquistado hace unos meses en Fukuoka. 

De salida, tuvo muchos problemas el equipo español para jugar con sus boyas. La dura defensa local desconectó en ataque a Maica García, Paula Leitón y Paula Camus y eso lo pagó el ataque de las de Oca. Pese a ello, España creció desde la defensa y buscó siempre las transiciones defensa-ataque para intentar sorprender en velocidad a las 'oranje'. Así llegó el 1-0, en una transición iniciada con una pase de Martina Terré y una gran definición de Judith Forca (1-0). 

Las neerlandesas no podían superar la defensa española, ni siquiera en superioridad, ya que desaprovecharon las dos que tuvieron. Por contra, Anni Espar puso el 2-0 en un tiro cruzado y las holandesas descontaron con un penalti transformado por van de Kraats (2-1). En el segundo cuarto, Joustra fue determinante. La boya empató en una acción de dos metros y palmeó en una acción de jugadora de más para dar la vuelta al partido (2-3) que comenzó a girar las tornas a su favor.

España seguía sin poder jugar por dentro en ataque y su ofensiva se resintió. Tampoco acertaba cuando tenía jugadora de más, pero equilibró el partido con un tanto de Bea Ortiz tras asistencia de Pili Peña (3-3). El último minuto antes del descanso fue fatal para las españolas. Sabrina van der Sloot aprovechó una rápida puesta en acción tras superioridad para el 3-4 y en el siguiente ataque Sevenich dejó la máxima diferencia a favor de su equipo (3-5), con dieciséis minutos por jugarse. España había encajado un parcial 1-4.

Reaccionó en la salida del tercer cuarto, con un parcial 2-0 para equilibrar otra vez el partido (5-5). A falta de juego interior, las lanzadoras respondieron. Anotaron Elena Ruiz y Bea Ortiz. Martina Terré, que le paró un penalti a Sleeking, también fue determinante con un recital de paradas, aunque un tiro de Rogge, a 36 segundos del final del tercer cuarto, le dio una mínima ventaja a las locales (5-6).

Durante todo el partido, España fue a remolque y acusó la dinámica de empatar para volver a ir por detrás inmediatamente después. A la hora de la verdad, Oca se la jugó poniendo en juego dos boyas (Maica García y Paula Leitón) y España equilibró el partido. Leitón, en una jugada de boya pura, empató el partido (6-6), pero Van der Sloot, en otra superioridad, volvió a adelantar a las suyas (6-7), con 3:52 por delante.

Una acción de estrategia, tras tiempo muerto de Oca, finalizó en gol de Maica García. El partido estaba empatado (7-7) y quedaba 1:48 para el final. Hasta ahí había llegado España, luchando contra viento y marea, contra la gran selección holandesa, y contra un arbitraje más que cuestionable para regocijo del público local. Así, las holandesas, que forzaron hasta 14 superioridades, tuvieron la última con 7-7 y seis segundos para decidir y no fallaron. Entre Rogge, el palo y un rebote se llevaron el partido y el título, hundiendo de nuevo a España a las puertas del Mundial y de los JJOO.