Sebastien Loeb volvió a demostrar en la séptima etapa del Dakar 2024 por qué es uno de los mejores pilotos de la historia. A pesar de abrir pista, el francés ha impuesto un ritmo demoledor para recortar más de 10 minutos a un Carlos Sainz que no ha brillado en el regreso a la acción tras el día de descanso, aunque aún mantiene un liderato de 19 minutos sobre el eneacampeón del WRC.

La nota positiva para el 'Matador' es que, a priori, solo tendrá que preocuparse de Loeb (con el permiso de un accidente o un problema mecánico) después del descalabro del, hasta ahora, segundo en la general, Mattias Ekström. 

El sueco tuvo una avería en el kilómetro 47 y a pesar de la ayuda de su compañero de equipo Peterhansel, se queda fuera de la candidatura al título, dejando a Sainz como único piloto de Audi con opciones de relevar a Nasser Al-Attiyah como campeón.

El sabor amargo para la jornada española lo puso Nani Roma, que se vio forzado a retirarse después de recorrer tan solo 24 kilómetros de etapa. Su Ford le dejó tirado, y el catalán se despide de todas sus opciones de ganar su tercer Dakar, el que podría haber sido el más especial por ser 2024 el año en el que Roma volvió al desierto tras superar un cáncer de vejiga. El ya campeón de motos y coches podría continuar si sus mecánicos hacen buena magia, pero para aspirar a una victoria deberá esperar a 2025.

En motos, el chileno Nacho Cornejo se hizo con la victoria de etapa para acercarse peligrosamente al liderato de la general, que ocupa Ricky Brabec con un margen de un único segundo con Ross Branch. 

Los hermanos Benavides, Kevin y Luciano, completaron el podio de esta séptima etapa que ha recordado a un juego de cartas competitivas: control del campo, pelea por aprovechar el tiempo y la competencia psicológica contra el rival.