¿Cómo llegan al arranque de esta temporada 2024? ¿Han podido entrenar juntos?Arturo Coello: Pues no nos hemos visto juntos en pista todavía, de hecho es la primera vez que nos vemos desde Chile, desde la última exhibición que hicimos allí a final de año. Hasta ahora hemos trabajado por separado durante estas primeras semanas para recoger forma física, y a partir de ahora nos empezaremos a ver más, a trabajar juntos y a ir preparando todos los eventos... Ahora mismo somos rivales, a partir de la semana que viene volvemos a ser compañeros.

No se les hace un poco raro estar una a cada lado de la pista, ¿hay pique?Agustín Tapia: Sí, obviamente es raro después de un año tan largo, con tantos torneos, tenerlo enfrente. Espero que no pase muchas veces más, pero bueno, ahora toca disfrutar de este gran evento y luchar en un partido donde vamos a querer ganar los dos. Jugamos con Jon Sanz y Coki Nieto, que también son parejas, así que va a estar bueno el partido.
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​Arturo Coello: Además, creo que va a ser positivo porque he estado pensando que, al vernos enfrente, podemos darnos cuenta de cosas de nuestros compañeros que quizás del mismo lado la ficha no nos damos cuenta. La idea es tratar de ver cosas que nos afectan y poder usarlo a nuestro favor este año.

¿Y si al probar con otra pareja, se abriera una nueva opción?Coello: Jon es un gran jugador, la verdad, aunque espero que Agus siga queriéndome a mí en vez de a él (risas). Yo, por ejemplo, con Coki tengo muy buena relación porque muchas veces hemos jugado partidos de entreno, no es algo nuevo lo que me voy a encontrar junto a él y creo que va a ser un partido muy entretenido que a la gente le va a gustar.

Después de la Hexagon empieza el fuego real, ¿se enfocarán exclusivamente en Premier, o quizás combinarán con las pruebas de la FIP, como el de Valladolid, o de otros circuitos? Arturo Coello: Nada, este año es de Premier, vamos a disputar el circuito Premier a full... De momento solo hemos dicho que vamos a jugar el FIP de Valladolid, tampoco sabemos ahora de la existencia de algún otro. Respecto a eso, debo agradecérselo a Agus porque la verdad que para mí jugar Valladolid era muy importante y él aceptó al momento en el que yo le dije de jugar. El resto será centrarse en Premier y jugar lo mejor posible.

Arturo, le reconocieron como el Mejor Deportista Vallisoletano de 2023 hace poco, ¿cómo se siente que en su casa le den ese cariño?Arturo Coello: La verdad que es muy bonito que en tu ciudad reconozcan todo ese esfuerzo de toda una vida, supongo que a Agus también le pasará en Catamarca (Argentina), es un premio bonito.

Agustín, con los nuevos criterios para formar el nuevo ránking ha caído hasta la sexta posición, hay algunos jugadores que se han quejado mucho por esto, ¿le preocupa o le molesta haber dado ese paso atrás?Agustín Tapia: Hay jugadores a los que les ha afectado más y a otros les ha favorecido mucho, pero nosotros estamos tranquilos. Para estar arriba hay que ganar partidos y torneos, todavía no ha empezado este año que va a ser muy largo y muy bonito. Si nos terminamos mereciendo el número uno, bienvenido sea y si no, lo seguiremos luchando.

Más allá de lo que figure en el ránking, son la pareja a batir, la número uno en ese sentido ¿Se siente más la presión de defender ese puesto que la de tener que escalar puestos?Arturo Coello: Este año nos toca volver a escalar en realidad (risas) porque volvemos a ser la pareja número dos... al final el sistema de puntos se basaba en lo logrado los últimos dos años y no hay que quitarle mérito a Ale Galán y a Juan Lebrón, que lo hicieron muy bien y por algo están hoy donde están.

Al final es verdad que yo salí más beneficiado que Agustín, porque yo jugué más torneos, sobre todo en la primera etapa de Premier. Pero bueno, este año hay que intentar sacarles ese N.º1 otra vez.

Con el baile de parejas que ha habido en este último año, ¿han recibido llamadas o tenido tentaciones?Arturo Coello: Yo tentaciones no he tenido. Bueno, quizás alguna, pero pocas (risas). La idea es muy clara: con Agustín hasta el fin del mundo.

Agustín Tapia: ¡Hasta el fin del mundo, hermano!