Después de una semana de descanso, la Fórmula 1 volvió a Suzuka para el Gran Premio de Japón, que ha resultado ser un absoluto carrerón, que ha ofrecido de todo a los espectadores: batallas, remontadas, estrategias diferentes e incluso una bandera roja que desembocaron en un podio de Carlos Sainz y la enésima masterclass de Fernando Alonso.

La carrera dio el primer vuelco en la vuelta uno. Daniel Ricciardo tocaba a Alex Albon en la salida, perdiendo ambos el control de sus monoplazas, que acabaron en las protecciones, provocando una bandera roja que abrió por completo el melón estratégico. En la resalida, había pilotos con neumáticos blandos, como Alonso, medios, como los Red Bull o los Ferrari, o duros, como los Mercedes. 

La prueba nunca dejó de ser una incógnita, pues cada piloto tenía su propia estrategia, lo que permitió adelantamientos y batallas hasta la última curva. Carlos Sainz, que salía cuarto, tuvo una gestión magistral de sus gomas, lo que le permitió aprovechar un error garrafal en la estrategia de McLaren para pasar a Norris y Leclerc, nombrado Piloto del Día por su estrategia a una parada, en las últimas vueltas para subirse al tercer escalón del podio. 

Carlos Sainz, enrabietado por su salida de Ferrari, 'se vende' a Mercedes y Red Bull: "Estoy disponible y voy rápido"

Alonso tuvo detrás a Piastri durante toda la carrera, y a pesar de tener más ritmo que el español, el de McLaren fue incapaz de hacer absolutamente nada al respecto. En las últimas vueltas, el primera espada de Aston Martin le regaló el DRS al australiano para que este pudiera defenderse de las enrabietadas acometidas de George Russell, víctima de una estrategia de Mercedes que no le ayudó ni a él ni a Lewis Hamilton, sin ningún tipo de ritmo en toda la prueba. 

Finalmente, y aprovechando cada centímetro de la pista y cada circunstancia emergente, Fernando Alonso finalizó en la sexta posición, cediendo solo una plaza por la estrategia de Leclerc, y esta vez la FIA no pudo hacer nada para evitarlo. 

La última posición de puntos fue para Yuki Tsunoda, que sobrevivió al caos de la zona trasera para convertirse en el primer japonés en lograr puntos en su gran premio de casa desde que Kamui Kobayashi se subiese al podio en 2012. El carrerón de Tsunoda contrasta con el esperpento de Ricciardo, al que ya se le entreabre la puerta a la jubilación. 

Próxima parada: Gran Premio de China, que será el primero desde 2019, aquella carrera número mil en la historia de la F1. Queda marcado en el calendario el fin de semana entre el 19 y el 21 de abril.