Fernando Alonso vivió este sábado uno de sus peores días con Aston Martin en un sábado para olvidar en el Circuito de Imola. Prometían mucho las mejoras de escudería de Silverstone de cara a este GP de Emilia Romagna, pero un accidente en los libres condicionó una posterior sesión de clasificación en la que se retiró a las primeras de cambio. La pole fue para Verstappen, seguido muy de cerca por los McLaren y los Ferrari, con Leclerc cuarto y Sainz quinto.
Todos los ojos de la parrilla apuntaban a los garajes de Aston Martin y Red Bull, en ellos se trabajaba a toda prisa para reparar los monoplazas dañados de Alonso y Checo, los dos accidentados en la última sesión de libres del sábado.
Los mecánicos de la escudería austriaca fueron más rápidos, pero los de verde también sellaron en tiempo récord una reparación prácticamente integral del coche de Alonso. El asturiano pudo así salir a la pista puntual en la Q1, una primera ronda que pronto se convertiría en un infierno.
Rodó con todo para firmar un primer tiempo estándar (suficiente para colocarse en la séptima posición), aunque volvió a boxes para ajustar el monoplaza y salir con todo a una vuelta. Entró en pista con el rebufo a un McLaren, los más rápidos tras Verstappen, y esa buena velocidad se convirtió en traicionera a las primeras de cambio. Se marchó a la grava a toda velocidad, dando botes con un Aston Martin que ya había cambiado el fondo plano y no podía permitirse una nueva reparación.
Fernando entró a boxes, cambió neumáticos y volvió a pista, pero solo para comprobar que la retirada era la única opción. Se quedaba así fuera de una batalla que era de Verstappen, el más rápido tras 'esconderse' todo el fin de semana, y de los McLaren, con Piastri y Norris inmersos en una preciosa batalla interna.
Los Ferrari legan algo por detrás, eso sí, con medios, lo que invitaba a ser mucho más optimista que con los Mercedes con un Hamilton con muchos problemas para pasar a la Q2. También hubo sorpresas, pues en el último suspiro Leclerc consiguió colocar su Ferrari tras el Red Bull de Verstappen y Hulkenberg, sí, Hulkenberg,con su Haas, pasó el corte como tercero.
Ya sin Alonso en pista, fueron los Mercedes los encargados de inaugurar la Q2, eso sí, no tenían nada que hacer con un Verstappen que volvería a hacerse con la primera plaza a las primeras de cambio.
Los Ferrari, ya con neumáticos blandos nuevos, rodaron algo más lento de lo previsto, aunque Leclerc conseguiría volver a ganarle la batalla a los dos McLaren, sobrepasados también por la sorpresa de Tsunoda, tercero en la clasificación de la Q2.
Aunque para sorpresa estuvo la de Checo Pérez, en una situación similar a la de Alonso, también fuera en esta segunda ronda de clasificación. "¡What a mess!" (¡Qué desastre!), dijo por radio a su equipo lamentando su actuación y la planificación del sábado.
¡Qué desastre!
La última ronda, la Q3, acabaría siendo la más frenética. Se corrió en dos 'turnos', ambos, como no, con Verstappen a la cabeza, seguido de una batalla de varios corredores. Los tiempos estuvieron muy justitos, tanto que, en el último intento, Norris se quedó a décimas de la pole para luego ser adelantado —también por milésimas— por su compañero Piastri. Por detrás quedaron los dos Ferrari, Leclerc delante de un Sainz que no pudo mejorar su quinta posición.
Verstappen saldrá primero, como de costumbre, mientras que Sainz lo hará desde la quinta posición, muy lejos de un Fernando Alonso casi sin opciones, ya que saldrá de la penúltima plaza en un circuito con pocos adelantamientos y estrategia de una sola parada.
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