La primera vuelta del Gran Premio de Mónaco estuvo marcada por el caos más absoluto. Un pinchazo de Carlos Sainz tras tocarse con Oscar Piastri, un accidente fortísimo entre Checo Pérez y los dos Haas que acabó provocando una bandera roja y, para colmo, un choque entre los dos Alpine. 

Con varios coches ya accidentados en la pista, la bandera roja era evidente, algo que no impidió que Esteban Ocon se lanzase a intentar un adelantamiento a su compañero Pierre Gasly en la curva de Portier. 

Ocon sobrepasó a su compañero por dentro en una curva extremadamente estrecha, por lo que, sin espacio alguno, Gasly no pudo evitar que su compañero, que sí pudo haber evitado la colisión, despegase del suelo, cayendo su Alpine contra el trazado y dañando su fondo plano. 

A pesar del periodo de bandera roja, la escudería francesa fue incapaz de reparar el coche a tiempo, por lo que 'Estie', quien logró subir al podio en el mismo circuito en 2023, tuvo que abandonar la carrera. Acabada la prueba, Bruno Famin, jefe de equipo en Alpine, dedicó duras palabras contra la maniobra de su piloto: "El ataque de Esteban estuvo completamente fuera de lugar. No era lo que queríamos ver. Habrá consecuencias. Vamos a tener que tomar una decisión difícil". 

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El propio Ocon ha reconocido la culpa del choque: "El incidente de hoy ha sido mi culpa, el hueco era demasiado pequeño al final y pido perdón al equipo por lo ocurrido. Espero que acaben en posiciones de puntos hoy, se lo merecen", aunque, por las palabras de Famin, puede que, después de años de batallas encarnizadas con todos sus compañeros de equipo, las consecuencias alcancen al piloto francés.