La final de la UEFA Champions League entre Real Madrid y Borussia Dortmund no empezó de la mejor manera posible, pues el juego apenas tuvo treinta segundos de continuidad desde el pitido inicial antes de que varios espontáneos saltaran al césped de Wembley.

Apenas se jugaron unos segundos en el mítico estadio inglés desde que el colegiado dio la primera orden, pues enseguida varios hinchas saltaron al césped y obligaron al colegiado a detener el encuentro.

Hasta tres fueron contabilizados y, al parecer, lo hicieron con el objetivo de tomarse algunas fotografías con sus ídolos. Lo consiguieron con Jude Bellingham y Vinícius. 

El partido se retomó pocos segundos antes de que el cronómetro marcara el minuto 3, sin más incidencias, momento desde el que se pudo retomar el duelo sin más complicaciones.

Eso sí, no fue el único fallo de seguridad de la gran final, pues los aficionados del Dortmund consiguieron filtrar dentro del estadio cientos de bengalas que encendieron justo en el arranque de la segunda mitad del partido.