El Real Madrid se dio un baño de masas este domingo ante decenas de miles de aficionados en la plaza de Cibeles y en el Santiago Bernabéu para celebrar una temporada para la historia que tuvo su broche de oro con la conquista de la decimoquinta Champions este sábado en Wembley tras derrotar al Borussia Dortmund.

Tras las visitas institucionales al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid, los jugadores y el cuerpo técnico, encabezado por un sonriente Carlo Ancelotti, se dirigieron a la fuente de la Cibeles, donde fueron recibidos por una multitud de aficionados.

En un día ideal de temperatura, ya cuando caía el sol llegó el autobús con los jugadores a una plaza de Cibeles a reventar, igual que todas sus calles adyacentes, desde varias horas antes.

El padre de Dani Carvajal escolta a caballo el autobús de su hijo durante la fiesta de la Decimoquinta

El himno del club y el ‘campeones, campeones’ fueron el recibimiento, hasta que los protagonistas tomaron la pasarela levantada en la fuente. El capitán, Nacho Fernández, fue el primero en tomar la palabra, seguido por Dani Carvajal, Lucas Vázquez y Vinícius.

Toni Kroos fue de los más aclamados en su despedida del club y fue manteado por sus compañeros. El alemán, además de agradecer «el cariño de diez años inolvidables», apuntó a Fede Valverde como su sucesor con el número 8. Luka Modric se animó a cantar y Ancelotti convenció a Arda Güler para que dijera las cuatro palabras que sabía de español. El técnico italiano, pausado y comedido, fue breve: «Gracias, 90 minutos en el Bernabéu son molto longo». Fue entonces cuando los jugadores pusieron rumbo al Bernabéu, donde la fiesta se alargó hasta tarde.