La selección rumana hizo saltar por los aires todos los pronósticos en la apertura del Grupo E de la Eurocopa de Alemania con una goleada a Ucrania en una tarde complicada para el portero Andryv Lunin (3-0). Dos errores del meta del Real Madrid condicionaron un duelo cerrado en la segunda mitad con un gol de Denis Dragus que fue la guinda del pastel a un día histórico para Rumanía.

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Arrancaba el Grupo E con la vitola de ser uno de los más abiertos de la Eurocopa y, a las primeras de cambio, Rumanía se encargó de explicar el porqué. El conjunto de dirigido por Iordanescu posó por encima de Ucrania, una de las selecciones llamadas a ser revelación en el torneo. Los Mudryk, Tsygankov, Dovbyk, Lunin y compañía se vieron superados por la intensidad y puntería de una Rumanía que consiguió su segunda victoria en una Eurocopa, la primera en 24 años.

El partido arrancó con mucho ritmo, con una Ucrania más dominante a la hora de controlar el balón, pero con un combinado rumano muy rápido al contragolpe. Así llegaron los primeros acercamientos del encuentro, que acabaron con un remate de Tsygankov estrellado en un defensor ucraniano, y otro de Coman desde larga distancia que blocó sin problemas Lunin.

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Los avisos de ambos equipos dieron paso a un periodo de encuentro en el que la velocidad de los ataques era muy alta, pero sin que se concretaran en remates. Tsygankovi, protagonista por banda izquierda, fue el jugador más incisivo de los primeros 25 minutos de encuentro, aunque el dominio ucraniano se fue disipando ante una Rumanía que comenzaba a hacer estragos con una presión alta muy intensa.

Así llegó el primer gol del partido. Entre Matvyenko y Lunin se hicieron un lío en la salida de balón y el guardameta ucraniano del Real Madrid entregó un balón franco en la frontal a Man, que cedió para la llegada de segunda línea de Stanciu que con un derechazo desde la frontal del área mandó el balón a la escuadra izquierda para adelantar a Rumanía y conseguir el primer gol para su país en una fase final de Eurocopa desde 2016.

El gol afectó anímicamente a Ucrania durante los siguientes minutos, y los rumanos tuvieron varios acercamientos peligrosos al área, el más claro un córner olímpico de Stanciu que se estrelló en el larguero con Lunin ya batido. Sufría cada vez más un equipo ucraniano al que se le estaba haciendo muy largo el último cuarto de hora de la primera mitad. Pero no aprovecharon la oportunidad de poner tierra de por medio en el marcador, y el encuentro se marchó al descanso con 1-0.

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El paso por vestuarios pareció dar fuerza a Ucrania, que arrancó la segunda parte con varios acercamientos a la meta defendida por Nita, aunque sin exigirle demasiado. Sin embargo, en la primera oportunidad que tuvieron los rumanos de correr, Dragus comandó un contragolpe que acabó con un balón rechazado en el balcón del área. Ahí, sin pensárselo, Razvan Marin remató cruzado con su pierna derecha y el balón acabó superando por raso a un desafortunado Lunin.

Pero no quedó ahí la ambición rumana que, aprovechando el impulso moral del gol y el mal momento anímico de Ucrania, logró aumentar el marcador y cerrar la goleada. Fue en el minuto 57 a la salida un córner, cuando Man recogió el balón en el costado derecho y, tras recortar hacia dentro, se sacó un 'centrochut' que aprovechó Dragus para enviarlo al fondo de la red ante la pasividad de la defensa rival. Poco antes de la hora de partido, 3-0 y Rumanía con el partido sentenciado.

Y la reacción de Ucrania no terminó de llegar, tan solo obligando a un par de intervenciones al meta rumano, aunque ninguna de ellas de especial dificultad. Consumándose así el triunfo de Rumanía que muestra su candidatura a estar presentes en los octavos de final, mientras que los ucranianos necesitaran resetearse y cambiar bastante su imagen ante Eslovaquia el próximo viernes si quieren volver a estar presentes en los cruces.