Turquía y Georgia brindaron el mayor espectáculo visto hasta el momento en la Eurocopa de Alemania, un duelo sin cuartel que cayó del lado del combinado otomano en un final de infarto (3-1). Los turcos, respaldados por la mayoría en la grada, empezaron por delante en un partido igualado por Georgia antes del descanso. La tensión se mantuvo hasta que quiso Güler, encargado de desatascar las tablas con un pelotazo a la escuadra casi decisivo, pues el duelo se mantuvo con emoción hasta un final en el que Turquía selló el tercero a portería vacía la última ocasión del partido.

El partido empezó con el dominio total de los hombres liderados por Güler y Calhanoglu, volcados hacia la meta de un Mamardashvili salvador. Georgia salió con miedo en su debut y la defensa cerrada le permitió malvivir hasta el minuto 25', cuando un golazo de volea de Muldur rompió el esquema inicial.

Un minuto después Yildiz conseguiría el segundo, un tanto no reflejado en el marcador después de la comprobación de la líneas de fuera de juego. La posición era incorrecta por milímetros y eso fue lo que hizo resucitar a una Georgia hundida.

Una vez despojada del fútbol titubeante, los georgianos dieron un gran paso adelante traducido en el rápido gol Mikautadze, un picotazo al primer palo que colocó una preciosa igualdad en el marcador antes de la segunda mitad.

El calor de la grada se trasladó al campo, a un rectángulo de juego convertido en un tapete de batalla sin cuartel. Idas y venidas, momentos de dominio dispar para ambos y, de repente, Arda Güler. La joven perla del Real Madrid fue quien desatascó el entuerto tras una pérdida en la salida de balón de Kvaratskhelia al rematar una rosca perfecta e imparable a la escuadra de la meta de Mamardashvili.

Georgia no bajó los brazos y pudo empatar en un tiro al poste, con el meta Gunk totalmente vencido, de Kochorashvili. Empezó así un progresivo dominio de Georgia hasta la llegada de un final imposible de guionizar.

Mamardashvili salvó un cabezazo a bocajarro de Yazıcı y, a continuación, la falta de entendimiento de dos hombres del conjunto georgiano hizo que un remate claro se convirtiera en un clamoroso fallo. A esta le siguió el centro al área estrellado en el poste y el remate de ese balón rechazado despejado en la línea de gol por la defensa turca.

Un córner con Mamardashvili en el área turca parecía ser la última, pero no, pues Turquía aprovechó el despeje de ese mismo tiro de esquina para convertir el tercero sin oposición del guardameta. Los tres primeros puntos en juego del Grupo F son de Turquía.