Nueva victoria de Max Verstappen en el Gran Premio de España de Fórmula 1. El holandés logró la primera plaza tras atacar a un agresivo George Russell, y jamás cedió con su ritmo superior. El podio lo completaron Lando Norris, el poleman, que acabó segundo tras haber realizado sus paradas más tarde, y Lewis Hamilton, que tuvo que sobrevivir a guerras contra su compañero, y contra Carlos Sainz.

El madrileño, que acabó sexto, tuvo una carrera bastante discreta en cuanto al ritmo, y su estrategia, mal optimizada, no le permitió plantar cara a su compañero de equipo, con el que tuvo sus más y sus menos en las primeras vueltas. Por su parte, Fernando Alonso tuvo una actuación completamente inconsecuente, en la que a pesar de sus batallas con Magnussen y sus cambios de posición con Stroll, su mala salida le condenó a no poder aspirar a las posiciones de puntos durante toda la prueba, finalizando en duodécima plaza. 

Cuando el semáforo se puso verde, fue George Russell el más espabilado, lanzándose a la primera curva por el exterior, con Norris y Verstappen mordiendo el polvo. No le duraría mucho la alegría al de Mercedes, pues rápidamente ‘Super Max’ se lanzó a por él sin piedad, y a pesar de la durísima defensa de Russell, el holandés comenzó a escaparse.

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La pelea por el podio incluía a Carlos Sainz, que tuvo toques en sendas batallas con Leclerc primero y Hamilton después. El monegasco, y también Norris, fueron los pilotos que más retrasaron su primera parada, lo que les permitió volar en Montmeló, aunque debían ganar las posiciones en pista.

Uno de los momentos de la carrera fue la guerra total entre Norris y Russell. George se fue largo en la curva 1, y Lando le tiró el coche por el exterior de la 3. El de Mercedes volvió a la carga, de nuevo por fuera, en la 4 para ganar el interior en la 5. Esto lo vio el de McLaren, que ejecutó un lazo precioso con el que certificó el hachazo en la curva 7. Simplemente brillante.

La última tanda estuvo marcada por la variedad de neumáticos, con Russell y Sainz con duros, y el resto con blandos. A pesar de una mediocre parada, Norris cargó contra Verstappen, que gestionó sus gomas como un maestro para mantener una distancia final de dos segundos. 

Red Bull, de nuevo, no mostró un ritmo superior a McLaren, pero Verstappen no dio puntada sin hilo durante las 66 vueltas del Gran Premio de España, y aprovechó las imperfecciones de Norris y su McLaren para aumentar su distancia en un mundial que, de no ser por la superioridad de las manos del holandés, parecería absolutamente abierto.