Georgia ha obrado el milagro este miércoles en Gelsenkirchen y será la rival de España en los octavos de final de la Eurocopa. El equipo de Willy Sagnol firmó un partido espectacular y derrotó a la Portugal de Cristiano Ronaldo (2-0) para meterse en la siguiente ronda como tercera de grupo.
Dio la sorpresa muy pronto: necesitaba ganar para seguir con vida y salió con todo para conseguirlo. Poco más de un minuto tardó en adelantarse en el marcador tras una contra letal que Kvaratskhelia, líder indiscutible de esta Georgia, convirtió sin miramientos ante Diogo Costa.
El golpe, más que aturdir, enfadó a Portugal, que empezó a dominar el choque en busca de las tablas. Tuvo un sinfín de oportunidades: una falta potentísima de Cristiano Ronaldo que tuvo que repeler Mamardashvili, varias de Joao Félix y, la más clara, un remate al lateral de la red de Conceiçao. Hasta intentó el gol olímpico. Pero nada, el meta georgiano sostuvo a los suyos y Georgia se fue a los vestuarios por delante.
Portugal salió al segundo tiempo con mucha intensidad, buscando un empate que nunca llegaría, mientras el equipo de Sagnol plantaba cara y tenía también muchas oportunidades de hacer el segundo. Y tuvo premio justo después de un remate a la escuadra de Dalot que obligó a lucirse al meta georgiano: el VAR llamó al árbitro por un golpe de António Silva a Lochoshvili y el colegiado decretó la pena máxima.
Mikautadze cogió el balón, muy seguro como ante República Checa, y no perdonó pese a que Costa le adivinó el lanzamiento: remate ajustadísimo al palo derecho para dejar a Georgia un paso más cerca de la historia. El golpe no desanimó a los lusos, que siguieron intentándolo. Pero no hubo manera, el equipo georgiano estaba muy bien plantado en defensa y solo había que esperar el pitido final para confirmarlo: Georgia está en octavos y se enfrentará a España.
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