El nadador británico Archie Goodburn, de 23 años, estuvo a punto de clasificarse para los Juegos Olímpicos de París. Se quedó a solo unas décimas. Sin embargo, lo peor llegó después, cuando le diagnosticaron tres tumores que explicaban tantos y tantos síntomas desde hacía meses.

"Hace seis semanas, mi vida experimentó un cambio profundo cuando me diagnosticaron tres tumores cerebrales", ha empezado diciendo el joven deportista en sus redes sociales.

"Mi entrenamiento comenzó a verse interrumpido por episodios extraños, que inicialmente se creyeron que eran migrañas hemipléjicas. Ocurrían durante un entrenamiento intenso. Me dejaban con una pérdida de fuerza y una sensación de entumecimiento en el lado izquierdo, una profunda sensación de miedo, náuseas y una sensación de déjà vu extrema. Ahora sé que, en realidad, eran convulsiones", ha afirmado.

Según ha explicado el nadador, "estas convulsiones aumentaron en intensidad y frecuencia a medida que se acercaban las pruebas de abril. Una vez acabados los Trials profundicé en lo que realmente estaba causando estos ataques. Una resonancia magnética en mayo finalmente reveló lo que más había comenzado a temer".

A pesar de las malas noticias, Goodburn no pierde la esperanza: "El lado positivo de este diagnóstico es que los oligodendrogliomas generalmente responden mejor a este tratamiento que muchos otros tipos de tumores cerebrales graves. A menudo son de crecimiento lento y es probable que estos tumores tengan años de antigüedad".

"Soy joven, estoy en forma, tengo el grupo de amigos de apoyo más fenomenal, la mejor familia que podría desear y una novia fantástica a mi lado", ha añadido el deportista.

A punto de los Juegos Olímpicos

Goodburn se quedó a nada de clasificarse para los Juegos Olímpicos de París. El británico quedó tercero en los 100 metros braza a solo unas décimas de segundo de conseguir una de los dos billetes.