La selección francesa está en cuartos de final de la Eurocopa de Alemania tras imponerse por la mínima (1-0) a una Bélgica que cayó con dignidad. Francia ganó sin brillo, en un partido en el que remató mucho, pero le costó generar ocasiones, y no fue hasta el 85’ que Kolo Muani se redimió de su fallo en la final del Mundial, con un disparo que rebotó en Vertonghen para darle el billete a la siguiente ronda a los galos.
Francia se lanzó con confianza al ataque desde los primeros minutos, mientras que los belgas, a pesar de establecerse en defensa, nunca descartaron atacar con posesiones largas o al contragolpe.
La mejor oportunidad de la primera parte llegó en el minuto 24', con una falta lateral botada por Kevin De Bruyne, cuyo envío se envenenó y a punto estuvo de sorprender a Maignan, que paró el balón de forma poco ortodoxa.
Por parte de Francia, Tchouaméni, con dos cañonazos desviados, fue el jugador que puso más presión en la portería belga, junto a Mbappé, que realizó varias jugadas individuales interesantes y poco más, en un partido ciertamente mejor que los últimos para el de Bondy, pero en el que tampoco brilló con la intensidad con la que acostumbra con 'Les Bleus'.
La selección francesa salió del descanso al asedio del área belga, con Mbappé, Thuram, y un Tchouaméni crucial en la creación de juego, poniendo a prueba a Casteels en los primeros diez minutos del segundo tiempo, pero el meta del Wolfsburgo respondió con galones. Bélgica no echó de menos a Thibaut Courtois.
Francia tuvo más ocasiones, pero las más claras fueron de 'Los Diablos Rojos'. De Bruyne dejó solo a Carrasco en el área rival, pero una intervención providencial de Theo Hernández impidió un gol que Lukaku también pudo anotar, pero su potente disparo escorado fue rechazado por Maignan.
Con ambos banquillos pensando ya en la prórroga, la diosa Fortuna visitó a la selección francesa, que anotó el gol de la victoria tras un disparo cualquiera de Kolo Muani que rebotó en Vertonghen, a quien se le ha atribuido el tanto como autogol.
Los galos no han despejado las dudas del respetable, pero ya esperan rival en los cuartos de final. El partido entre Portugal y Eslovaquia decidirá la próxima prueba de una Francia que no rinde como se espera de la gran favorita al título.
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