La selección portuguesa de fútbol logró el pase a los cuartos de final de la Eurocopa en un agónico partido resuelto en la tanda de penaltis. Diogo Costa, el meta luso, fue el héroe con tres paradas consecutivas que sirvieron a los de Roberto Martínez para imponerse en un duelo marcado por el paradón de Oblak a Cristiano en un penalti previo para decidir el choque en la prórroga.
Portugal llegaba al duelo con las dudas de la derrota en el último duelo de la fase de grupos ante Georgia y quiso despejarlas desde el primer momento. El combinado dirigido por el entrenador español salió en tromba contra la portería de Oblak, sumando muchas aproximaciones con riesgo desde la primera llegada de Rafael Leao en el minuto 3'.
Rúben Dias, Bruno Fernandes y Cristiano tuvieron acercamientos de peligro sin puntería. Especialmente desacertado estuvo un Ronaldo que las quería todas, pero era incapaz de ver puerta a pesar de la insistencia.
Eslovenia, centrada en no salirse de su guion defensivo, las vio venir hasta que consiguió adelantar las líneas tras despojarse de los nervios iniciales. Eso sí, ese paso adelante no se tradujo en ocasiones de peligro, pues apenas contó con un tiro centrado de Sesko en la penúltima jugada antes del descanso.
Hasta la reanudación tampoco hubo mucho más de Portugal más allá de dos intentos desviados de Cristiano Ronaldo con tiros libres potentes. El dominio era claro, pero la verticalidad de cara a puerta se había difuminado con el paso de los minutos.
Los lusos agradecieron el paso por vestuarios, pues Roberto Martínez consiguió alimentar de nuevo el hambre de gol para un arranque letal de los suyos. Si el pulmón de la primera mitad fue Rafael Leao, en la segunda fue Cancelo, desatado en las internadas por el lateral derecho mal remachadas por los hombres de área.
El tanto de los lusos parecía inminente frente a una Eslovenia confiada en una contra letal, pero el paso de los minutos volvió a diluir el empuje de Portugal y el aguante de Eslovenia llevó el partido a una prórroga de infarto definida en dos jugadas.
La primera fue en el último minuto de la primera mitad, un penalti sobre Diogo Jota lanzado por Cristiano Ronaldo. Eligió la izquierda de Oblak y ahí apareció el meta del Atlético de Madrid para hundir a Cristiano en una de sus peores noches con la selección. CR7 rompió a llorar, aunque eso no evitó su participación en una segunda mitad en la que llegaría la gran ocasión de Eslovenia.
Fue en el 114' cuando Pepe, impecable durante todo el partido, cometió su único y más grosero error. Un control mal ejecutado dio la opción a Sesko de avanzar hasta el mano a mano con Diogo Costa, pero quizás fue demasiado el tiempo que tuvo para pensar, porque definió raso justo donde puso el pie el meta.
El billete se decidiría en la fatídica tanda, donde tres paradones consecutivos de Costa y los tres goles de Cristiano —con disculpa incluida a la grada—, Bruno Fernandes y Bernardo Silva condenaron a Eslovenia y regalaron el premio de la clasificación al combinado Portugués. Se las verán con Francia.
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