Dos saques de esquina lanzados con veneno por Arda Güler y rematados con contundencia por Demiral acabaron con la poderosa Austria este martes y permitieron a los otomanos lograr una épica clasificación a cuartos de final de la Eurocopa de Alemania 2024. Los turcos, inferiores sobre el papel, exprimieron sus escasas ocasiones y resistieron a las embestidas de una Austria que recortó distancias en la segunda mitad, pero que no pudo remontar para sacar el billete para el duelo de cuartos ante Países Bajos.
El partido empezó como una exhalación con un rápido ataque de Austria y una contra directa de Turquía. Fue en la tercera ocasión del choque, aún en el primer minuto, cuando llegaría el primer gol del encuentro. Güler la colgó desde el córner y sembró la indecisión en el área, donde el balón rebotó en Baumgartner, Posch y Pentz, antes de quedar muerta para el remate a bocajarro de Demiral.
El gol a los 58 segundos cambió por completo el guion, pues tras dos jugadas en las que Austria rozó el empate, dos córners que acabaron fuera por muy poco, el empuje de la favorita se fue diluyendo en favor de una Turquía capaz de defender con la posesión. Güler intentaría hacer el segundo con un tiro desviado por poco desde el centro del campo, mientras Austria, aún noqueada, buscaba alguna solución si éxito.
El aplomo austriaco les permitió recomponerse paulatinamente y ello instaló una igualdad en el centro del campo con poca acción en las áreas. La más clara fue un remate de Baumgartner desde el área pequeña lanzado fuera justo antes del pitido que señaló el camino a vestuarios.
Los de Ralf Rangnick salieron con todo en tromba tras el descanso en un asedio de ocasiones, las más claras dos mal finalizadas por Arnautovic en el mano a mano con Genk. Ahora sí parecía inminente el gol de un cuadro austriaco totalmente dominante, pero de nuevo apareció Demiral para rematar con violencia un córner botado por Güler.
Turquía se las prometía felices hasta que apareció Gregoritsch. Sacado como revulsivo en el descanso por Rangnick, el atacante cumplió con su deber al remachar en el segundo palo un córner tocado por Posch.
25 minutos tenía Austria para soñar en la remontada y lo intentó con toda la fe del mundo contra una defensa numantina inquebrantable. Al final acabó en pesadilla para los austriacos, especialmente para un Baumgartner que contó con un cabezazo franco ya fuera de tiempo, una última esperanza truncada por un paradón de Genk.
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