A lo grande, así se ha clasificado España para las semifinales de la Eurocopa. Ante Alemania y en territorio hostil, el equipo de Luis de la Fuente fue superior al anfitrión y se adelantó con un gol de Dani Olmo, pero cuando el duelo agonizaba, un tanto de Florian Wirtz mandó el encuentro a la prórroga. Todo parecía indicar que serían los penalistas los que decidirían el billete para la penúltima ronda, pero entonces emergió imperial otro héroe inesperado de España. Mikel Merino se sacó un impresionante testarazo para hacer el gol de su vida (2-1) y meter a la Roja en 'semis'.
No habían pasado ni cinco minutos y España recibió una mala noticia. Una durísima entrada de Toni Kroos dejaba KO a Pedri cuando apenas había comenzado el partido, y con esta desgracia entró en el campo el que iba a ser uno de los dos protagonista del partido, Dani Olmo.
La patada de Kroos no fue más que una declaración de intenciones de cómo iba a actuar Alemania. En cuanto España cogía el balón y trataba de montar un ataque o alguna contra, una falta -fuera más o menos dura- cortaba la acción ante la permisividad del árbitro inglés Anthony Taylor.
España mandaba, sometía a un rival totalmente superado y empezaba a generar las primeras llegadas de peligro. Una falta pegada al palo lanzada por Lamine Yamal y un disparo alto de Fabián eran los primeros avisos ante un conjunto alemán que defendía como podía y se veía totalmente superado.
España se gustaba con el balón y la afición desplazada a Stuttgart disfrutaba, pero la realidad es que las ocasiones claras no llegan. Nico Williams recibía constantes dos contra uno y tampoco Lamine Yamal era capaz de encontrar espacios. Eso sí, de Alemania, ni rastro: apenas un cabezazo de Havertz sin demasiado peligro fue su escaso bagaje en la primera mitad.
Tras el descanso, la Roja salió con más fuerza aún y las llegadas eran cada vez más peligrosas, sobre todo con el desborde de Lamine. El extremo del Barça encontró su hueco en el área y asistió primero a Morata, que a la media vuelta casi abre el marcador.
Fue el aviso de lo que estaba por llegar, de nuevo con Lamine como protagonista. El terror que provoca con el balón en los pies hizo recular a la zaga germana y su centro encontró a Dani Olmo, que fusiló con precisión a Neuer, que no pudo hacer nada para evitar el tanto.
Alemania se lanzó al ataque, pero España empezó a encontrar espacios a la contra. Eso sí, sería ya sin Lamine, que fue sustituido por Ferran Torres, justo en el momento en el que el dominio germano empezó a tornarse en asedio.
Creció el equipo de Naggelsman y De la Fuente tiró de la manta para atrás quitando a Morata y Nico Williams, ya fiándolo todo a aguantar el resultado en los últimos minutos. Un disparo de Andrich casi pone el empate, pero Unai Simón se lució con un paradón.
Con el duelo al borde del final, el asedio pasó a ser a base de centros al área... y así encontraron los alemanes su gol. Kimmich cabeceó en el segundo palo para dejar el balón a Wirtz, que no perdonó. El peor escenario se cumplía, el partido se iba a la prórroga con España tocada.
En el tiempo extra, el partido se igualó. Pese a que España acabó la segunda mitad muy tocada, poco a poco se fue rehaciendo y creció gracias al balón, con la posesión para frenar el ímpetu alemán. Un disparo de Oyarzábal casi pone el segundo, aunque Alemania también tuvo una muy clara en una contra conducida por Wirtz que finalizó el del Bayer con un chut que se perdió por poco.
En la segunda parte, pese al dominio de la Roja, siempre pareció más cerca el gol germano, y Unai Simón tuvo que sacar una mano prodigiosa para evitar el tanto de Füllkrug. Y entonces, con todos pensando ya en los penaltis, emergió Mikel Merino: Dani Olmo sacó su guante a relucir para poner un balón medido al centrocampista de la Real cabeceó a la red de manera espectacular. España estaba en semifinales.
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